Como una "epidemia de violencia sexual", así reporta el medio británico The Guardian la denuncia del supuesto abuso de tres menores de edad residentes en la isla Isabela, en Galápagos, la única provincia de la región Insular. 

Según el portal internacional, la investigación los llevó hasta el caso de tres adolescentes, una de ellas de 15 años, que habrían sido drogadas y llevadas hasta el mirador El Mango, donde habrían sido agredidas. 

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Así habría sucedido el abuso de las tres menores

Carmen Torres, la madre de una de las menores, una jovencita de 15 años, aseguró a The Guardian que su pequeña fue tomada hasta el sitio alto, que ofrece la vista panorámica del sur de Isabela, junto con dos amigas del colegio. 

Sin embargo, según sus declaraciones al diario británico, no se había atrevido a contarlo públicamente debido a que todos en esa localidad se conocen y, desde que lo denunciaron a las autoridades, habrían sufrido de acoso de parte de los otros residentes. 

De hecho, esta mujer, acorde al reporte periodístico, había solicitado usar un seudónimo para evitar el escarnio público una vez más. Ella aseguró que los colonos la habían acusado de ser una mala madre y que, en cambio, a su hija la habían tachado de "prostituta" y "drogadicta". 

"Hay muchas niñas que no hablan porque (temen) la violencia que enfrentarán por hacerlo", dijo al sitio extranjero. De acuerdo con el relato de Torres, dos de las menores atacadas en El Mango denunciaron la presunta agresión sexual; sin embargo, no habrían recibido la atención judicial que esperaban. 

En cambio, recurrieron por ayuda a un grupo activista local, Movimiento Activista de Galápagos de Mujeres en Alerta (MAGMA), que junto con OUR Rescue, organización que lucha contra la trata de personas y la explotación sexual, llevaron a las niñas hasta Quito, donde se establecieron en una "vivienda segura" y recibieron apoyo y protección mientras el caso continúa en investigación. 

Escándalo en Galápagos: Presunta evidencia de red de tráfico de menores

María Casafont, una de las fundadoras de MAGMA, también habló a The Guardian y aseguró que no hubo reporte policial del caso ya que "el sistema de protección en Galápagos es inexistente". Además, estas activistas aseguraron que esto seguiría un patrón que ya habían visto antes y que, además, "sugiere de la existencia de una red de tráficos de menores". 

Este es el mirador El Mango, en el sur de la isla Isabela, en Galápagos. 

"Parece que fuera el 'modus operandi' de un grupo de hombres que captura niñas, las viola y luego las extorsiona por sexo, fotos y videos", expresó Marcela Santillana, otra de las integrantes de MAGMA que fue consultada para esta investigación. 

Las autoridades del ministerio de Turismo y de la Mujer, por su parte, respondieron al medio internacional que reconocen el problema de la violencia de género como "urgente" y citaron que capacitarían de manera especializada a los funcionarios públicos que laboran en las islas y mejorarían la asistencia técnica para mejorar las respuestas institucionales a los casos. 

Mientras que la Fiscalía respondió que un plan de trabajo está en desarrollo, incluyendo el establecimiento de una cámara Gessell (sala de interrogatorio con un espejo de un solo sentido). 

Carmen, mientras tanto, anhelaría reencontrarse con su hija en la isla, puesto que ella regresó a su lugar de residencia y la menor aún se encontraría en la casa segura en Quito y no planea regresar hasta que el agresor sea puesto a orden de la justicia. 

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