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Bolívar, símbolo de independencia, recorrió Cuenca dejando una huella histórica imborrable.Montaje extra

La ruta de Bolívar en Cuenca: sitios clave de su histórica llegada

El Cucho, Yerbabuena, Lipú y Migüir, sitios históricos que recuerdan la llegada de Bolívar a Cuenca

La historia de Cuenca quedó marcada para siempre el 8 de septiembre de 1822, cuando Simón Bolívar arribó a la ciudad con el propósito de conocer uno de los territorios que habían sido pilar fundamental en la independencia de lo que hoy es Ecuador.

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Su llegada estuvo llena de simbolismo y júbilo. Durante casi un mes, entre el 8 de septiembre y el 4 de octubre, el Libertador permaneció en la ciudad. Investigadores como Ángel Puin han dedicado más de una década a reconstruir, a partir de documentos y relatos, los misterios de esta visita histórica que sigue viva en la memoria cuencana.

Un recorrido histórico por el Qhapaq Ñan

Para llegar a Cuenca, Bolívar siguió la ruta ancestral del Qhapaq Ñan, el antiguo camino inca que, en ese entonces, era la única vía que conectaba Guayaquil con la capital azuaya. Partió de Guayaquil el 1 de septiembre de 1822 acompañado de su Estado Mayor, edecanes, secretario, cirujano y capellán.

El trayecto no fue sencillo: los caminos eran montañosos, fangosos y fríos, pero cada parada en la ruta marcó un capítulo esencial de su aproximación a la ciudad. Entre ellas destacan El Cucho, Yerbabuena, Lipú y Migüir, hoy convertidos en referentes históricos que invitan a revivir la travesía libertadora.

El Cucho: el primer punto en territorio cuencano

El 3 de septiembre, Bolívar arribó a El Cucho, tras caminar más de 33 kilómetros entre barro y montañas. Este punto estratégico permitió que el Libertador y su ejército encontraran un camino seguro para aproximarse a Cuenca durante sus campañas.

Este tambo, ubicado en plena montaña, no tenía habitantes en ese entonces. Hoy, El Cucho representa el inicio simbólico de la Ruta de Bolívar en Cuenca, siendo la puerta de entrada hacia la ciudad.

Yerbabuena: descanso y estrategia

Yerbabuena, lugar de descanso y planificación estratégica para Bolívar antes de llegar a Cuenca.Facebook

El 4 de septiembre, Bolívar partió hacia Yerbabuena, donde llegó tras recorrer 24 kilómetros. Este sitio sirvió como un espacio de descanso y planificación para definir los siguientes pasos antes de acercarse a la ciudad.

Al igual que El Cucho, Yerbabuena era un tambo rodeado de naturaleza. Actualmente, es considerado uno de los puntos más importantes de la ruta por su significado estratégico en la campaña libertadora.

Lipú: el encuentro con la ciudad

El 5 de septiembre, Bolívar llegó a Lipú luego de recorrer 29 kilómetros. Aquí se dio un hecho trascendental: el Gobernador de Cuenca y tres representantes de la ciudad acudieron al lugar para recibir al Libertador y guiarlo en su trayecto.

Durante esta parada, Bolívar conoció unos vestigios incas, que hoy se conocen como Paredones, un encuentro que reforzó su conexión con la historia ancestral de la región y con los pueblos originarios que más adelante destacaría públicamente.

Migüir: la antesala del recibimiento

Migüir, antesala de Cuenca, donde Bolívar preparó los últimos pasos de su llegada triunfal.Visit Azuay

El 6 de septiembre, Bolívar alcanzó Migüir tras recorrer 48 kilómetros por caminos de clima gélido. Este punto sirvió como la antesala del recibimiento oficial que la ciudad preparaba para él.

Desde Migüir partió al amanecer del 7 de septiembre hacia Los Arrabales, donde se ultimaron detalles del recibimiento. Apenas un día después, el 8 de septiembre, Bolívar ingresó a Cuenca por la actual zona de San Joaquín, entre vítores, campanas y calles adornadas con arcos triunfales y flores.

La llegada triunfal a Cuenca

Cuando Bolívar entró finalmente a Cuenca, fue recibido por el Gobernador, el Cabildo, las corporaciones locales y miles de habitantes que lo aclamaban

Dos líderes indígenas tomaron la palabra en su lengua ancestral, recordando el dolor de Atahualpa y celebrando las virtudes del Libertador. Bolívar, emocionado, agradeció al pueblo cuencano y pronunció una frase que quedó en la memoria histórica:

Los primeros hombres de Colombia son los indígenas”.

Más tarde, el Cabildo le ofreció un banquete oficial en su honor, sellando así un capítulo inolvidable de la historia cuencana.

Una ruta que conecta historia y memoria

La Ruta de Bolívar en Cuenca es más que un recorrido turístico: es una invitación a revivir un momento que definió el rumbo de la independencia. Sitios como El Cucho, Yerbabuena, Lipú y Migüir guardan los secretos de una travesía que unió al Libertador con la ciudad.

Hoy, la ruta forma parte de los esfuerzos por preservar la identidad histórica de Cuenca, conectando el legado de Bolívar con las nuevas generaciones y ofreciendo a visitantes la oportunidad de caminar sobre las huellas del Libertador.

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