A menos de 48 horas de una masacre que dejó ocho personas fallecidas en El Cerrito, del cantón Rocafuerte, un nuevo hecho violento múltiple estremeció a la provincia de Manabí. La noche de este lunes 27 de octubre, sujetos armados vestidos con chalecos similares a los que usa la Policía irrumpieron en un billar del cantón Santa Ana y abrieron fuego contra las personas que se encontraban en el lugar.

El ataque ocurrió en el sector Caza Lagarto, en la vía que conecta con el cantón Olmedo. Según versiones preliminares, los atacantes llegaron a bordo de motocicletas y sin mediar palabra dispararon de manera indiscriminada. En el sitio murieron tres hombres que compartían cervezas, mientras que otras dos personas fueron trasladadas heridas a una casa de salud del cantón Portoviejo. Los cuerpos fueron trasladados al Centro Forense de Portoviejo.

La escena fue aterradora. El local quedó cubierto de sangre y los gritos de desesperación de los vecinos rompieron la calma de la noche. Varias personas que estaban en los alrededores corrieron para ponerse a salvo, mientras los agresores huyeron con rumbo desconocido.

La violencia no da tregua en Manabí

Este nuevo crimen se suma a la escalada de violencia que azota a la provincia. En lo que va de 2025, Manabí supera las 1.030 muertes violentas, lo que la convierte en una de las zonas más golpeadas por el crimen organizado en el país. Las autoridades atribuyen que la mayoría de los casos están ligados a disputas entre bandas delictivas.

Santa Ana no ha estado exenta de esta ola sangrienta. En meses anteriores, presuntos sicarios fueron abatidos durante un enfrentamiento con sus supuestas víctimas. Los habitantes del cantón aseguran que el miedo se ha vuelto parte de la cotidianidad, mientras las autoridades mantienen operativos para intentar frenar una violencia que parece no tener fin.

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