El Bloque de Seguridad, conformado por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, anunció un "gran golpe en altamar" contra el crimen organizado, de acuerdo con un comunicado emitido por la Dirección de Comunicación Social del Comando Conjunto de FF. AA.

Esta acción decisiva, que propinó un "duro golpe a la delincuencia organizada", según explicó la Armada Nacional, se ejecutó durante una operación de control y vigilancia marítima en los espacios acuáticos de las islas Galápagos. La Institución informó que, con el apoyo de inteligencia de la Policía Nacional y del gobierno de los Estados Unidos, alertó a unidades guardacostas sobre la presencia de material ilícito.

Material bélico presuntamente destinado al narcotráfico

Las unidades guardacostas confirmaron el hallazgo de "ocho bultos con armas flotando en el mar". Las autoridades señalaron que este material bélico estaba "presuntamente destinado a actividades delictivas dentro del país", específicamente a estructuras vinculadas al narcotráfico, la minería ilegal y el crimen organizado. Este operativo impidió el ingreso de estas armas a suelo ecuatoriano.

Cerca del lugar del hallazgo, el personal naval identificó dos embarcaciones. La primera, de nombre Rosa Isabel, fue interceptada, revelando que sus 27 tripulantes carecían de la documentación en regla o matrícula vigente para navegar. Las autoridades verificaron que el capitán no estaba a bordo, lo que "sugiere que habría abandonado la embarcación en medio del mar abierto".

La segunda nave, Siempre Nelly, fue detectada con 23 tripulantes y "2.592 galones de combustible", y tampoco contaba con los documentos requeridos.

El resultado total de la operación naval fue la incautación de 02 embarcaciones, 08 bultos de armamento y 2.592 galones de combustible, además de "50 personas aprehendidas". Esta acción demuestra la "efectividad de la cooperación internacional" y la presencia permanente y disuasiva de las Fuerzas Armadas.

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