¡Atraviesan la quebrada para salir del barrio!

Ariana Almeida Martínez, Quito Clara Carrasco pedía ayuda desesperada. El barrio Aída León, en el sur de Quito, que la ha acogido por 30 años, colinda con una quebrada. Este problema, además de “acumular basura y atraer inseguridad”, genera dificultades de movilidad, según los vecinos. De ahí que todos reclamen que se rellene por completo o se construya un puente. “No tenemos por dónde pasar. Debemos cruzar la quebrada para evitar el vueltón por la calle de arriba o abajo”, detalló. Los moradores de la zona señalaron que, cada día, al menos la mitad de los habitantes atraviesa el “camino culebrero” entre la maleza para salir a Hierba Buena, el barrio de enfrente. El problema es más grave cuando las lluvias arrecian en el lugar. El lodo y la hierba mojada han causado que los ‘peatones’ “sufran accidentes”. “Ha habido personas que -presuntamente- se han resbalado y han muerto. Durante años, hemos pedido que rellenen el hueco”, añadió Janeth Aulestia. Ella, que ha vivido allí por más de 40 años, aseguró que la situación nunca ha mejorado, pese a las evaluaciones periódicas que realiza el  Municipio. Ruta a la escuela Sin embargo, con el esfuerzo de la comunidad, el acceso a  la quebrada se ha vuelto algo “más transitable”. “Pusimos plata de nuestros bolsillos para traer un tractor que aplanara el área. Antes era botadero de basura, puro monte”, precisó Janeth. Ahora, el terreno sirve a los jóvenes para practicar deportes, coincidieron las vecinas. Pero los chicos “se desaniman cuando la bola sale rodando hacia la quebrada”, indicó Clara. De ahí que para no sufrir más percances, a menudo se vean obligados a visitar un barrio aledaño cuando desean realizar actividades físicas. Pero no solo el ocio es la razón para que trataran de acondicionar el botadero, ya que es la ruta que varios estudiantes de la zona toman para llegar a clases. “Nos da miedo porque el camino es feo. Además, es cansado”, dijo Samantha Loza luego de tomar una bocanada de aire al salir del ‘chaquiñán’. Ella y sus compañeras transitan a diario por este lugar para no llegar tarde a la escuela.

Ariana Almeida Martínez, Quito

Clara Carrasco pedía ayuda desesperada. El barrio Aída León, en el sur de Quito, que la ha acogido por 30 años, colinda con una quebrada. Este problema, además de “acumular basura y atraer inseguridad”, genera dificultades de movilidad, según los vecinos. De ahí que todos reclamen que se rellene por completo o se construya un puente.

“No tenemos por dónde pasar. Debemos cruzar la quebrada para evitar el vueltón por la calle de arriba o abajo”, detalló.

Los moradores de la zona señalaron que, cada día, al menos la mitad de los habitantes atraviesa el “camino culebrero” entre la maleza para salir a Hierba Buena, el barrio de enfrente.