Guayaquil de mis amores

Se quedó ‘dominado’ por una guayaquileña

Lucero Llanos, Guayaquil

Tenía 22 años cuando llegó a Guayaquil. Era mayo de 2004. Danilo Vitanis había salido de su natal Sao Paulo (Brasil) junto a otros bailarines en busca de trabajo y aventuras. La fiebre del ritmo axe invadía el continente y los canales de televisión se peleaban por incluir la novedad en sus señales.

Luego de pasar por Chile, Costa Rica y otros países, él y sus compañeros de Ta’ Dominado arribaron a una ciudad calurosa que terminó dándole mucho más que un trabajo.

“Íbamos a donde nos llevara la marea. Dios quiso que esta nos empujara a Guayaquil y aquí encontré mi destino”, asegura el bailarín y mánager de Las Tres.

Acompañado de su esposa, Dora West, y sus dos ‘hijas’ (las chihuahuas Barbie y Nina), Danilo relata cómo nació la historia de amor que lo hizo anclarse definitivamente en la ‘Perla del Pacífico’.

Se conocieron un jueves 27 de mayo del mismo año que llegó. Dora bailaba en Wilson Dance Show y ofrecía un show en un conocido restaurante. Él había llegado al lugar acompañado de sus compañeros de grupo. Le impactaron la belleza y los movimientos de aquella sensual morena que formaba parte del cuerpo de baile. “La estuve mirando toda la noche”.

Los miembros de ambos grupos decidieron divertirse a una discoteca. Ahí conversaron e intercambiaron números.

“Cuéntale del beso”, sugiere Dora. Y luego de un poco de insistencia, lanza la historia: “Intenté besarla en la discoteca, me dijo que no y yo pensé: ‘¿Qué le pasa?’”. Dora suelta una carcajada.

“Creí que me veía como la chica de la noche y que ya al día siguiente ni siquiera se acordaría”, explica ella. Danilo confiesa: “Creo que por eso que me enamoré”.

Al día siguiente la llamó. No pudo hablar con ella, pero dejó el recado con quien ahora es su suegra. Dora se emocionó pues no pensó que la fuera a contactar.

Hablaron por teléfono durante una semana, volvieron a salir a una discoteca y ahí sí se besaron. Sin embargo, en diciembre, los Ta’ Dominado debían dejar el país.

“Soy sincera, sentí que nunca más iba a regresar. Lloré mucho. Pensé que mi historia de amor había muerto”. Pero Danilo regresó para grabar una telenovela y cinco meses después estuvieron de vuelta. Pero en esos momentos, la prioridad del brasileño no era el amor sino el trabajo.

Al concluir la novela, los Ta’ Dominado viajaron a Colombia, Honduras y Perú. Y su relación -aún sin etiqueta- sobrevivió gracias al correo electrónico y al Messenger.

A inicios de 2007, Dora viajó a Lima en bus: 25 horas de ida y 26 de vuelta. Meses después “pasó algo fuerte” y se separaron. Durante ese tiempo, el carioca incluso salió con la vedette peruana Paola Ruiz.

Hasta que se preguntó si realmente amaba a Dora. Y como sabía que sí, tomó el primer bus que lo trajera de regreso. Era mayo de 2008.

Reconquistarla no fue fácil. Los papeles se habían invertido y ella no quería volver. Pero el amor pudo más. Cuatro años después, se fueron a vivir juntos. Y en diciembre de 2012, se casaron ante la ley de los hombres y la de Dios.