“Hasta perdí la cuenta de las mujeres que tuve en mi juventud”

Hernán Lucas, Manta (Manabí)
Se lo notaba fuerte y saludable. Dice que se lo debe a su alimentación sana.
Siempre fue muy respetuoso con las damas, llegaba hasta donde ellas se lo permitían. “Hasta perdí la cuenta de las mujeres que tuve en mi juventud”, dijo el mantense Jorge Temístocles Vélez Intriago, quien el domingo pasado festejó sus 107 años de vida.
No le temblaban las manos para alzar la copa en el brindis, ni las piernas para echarse un buen baile con una de sus 80 nietas que ha tenido en sus doce hijos. “Y no me acuerdo cuántos no reconocí”, agregó en tono jocoso el abuelito.
Sopló la vela del pastel más fuerte que los vientos en la playa de Tarqui. El hombre de vestimenta sencilla en la rumba nunca se quitó su sombrero de paja toquilla, porque para él es un atuendo sagrado que identifica al verdadero montuvio manabita.
El mantense reveló que el ‘secreto’ de conquistar tantos amores en su época si ellas se lo permitían no solo era porque las enamoraba con serenatas, y versos, sino porque tomaba una taza de café bien amargo, recién filtrado de campo.