Niños LIBRES, PASOS FUERTES...

Por Mariuxi Dueñas

duenasm@granasa.com.ec

Es normal que los padres quieran prestarle máxima atención a los hijos, más aún cuando inician su etapa escolar y futura independencia. Pero es fundamental que reciban el espacio necesario para que logren ser personas autónomas y autosuficientes.

La psicóloga educativa Lourdes de Cattán afirma que el acompañamiento al primer día del preescolar es frecuente y ayuda a que los niños se sientan acompañados en ese nuevo ciclo. Pero indica que una actitud extrema, como esperarlos durante toda la jornada educativa en la institución o llorar con ellos al dejarlos en la clase, aumenta la angustia de los infantes y los pone en un estado de desconcierto e inseguridad. “Si ven a su mamá y protectora llorar, asumirán que la separación no es buena y esto incrementará su intranquilidad y llanto”.

Aprender solos

“Un hijo sobreprotegido en la infancia será un niño que no aprenderá a manejarse solo en las pequeñas actividades de la vida diaria”, sostiene la especialista y educadora. Explica también que si el amparo extremo continúa en la niñez y adolescencia, hay una gran probabilidad de fomentar desconfianza en ellos mismos, y miedo al fracaso y a los retos. A su vez indica que si los padres no permiten que sus hijos se esfuercen por sí solos o tomen responsabilidades, en la vida adulta estos pequeños podrían ver afectadas sus relaciones personales y profesionales, marcados por una falta de madurez emocional.

 

¿Guardianes de nuestros hijos?

En muchas ocasiones se piensa que hacer felices a los hijos implica que ellos no tengan que sufrir o sacrificarse por un objetivo. Cattán expone que los progenitores deben permitirles crecer, con las dificultades que ese proceso implica, para forjar adultos fuertes y seguros. “Los padres sobreprotectores son aquellos que constantemente les prohíben a sus hijos experimentar, les evitan trabajar en lograr metas y les dan más de lo que necesitan o piden”.

El sano desapego a los hijos y la correcta manera de enseñarles a levantarse solos crearán profesionales con convicción y perseverancia.