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Viaja bendecido por el Señor

Lucero Llanos, Guayaquil
Su camión es un sueño bendecido por Dios. Humberto Cujilema asegura que desde pequeño anhelaba tener un carro como el que maneja desde hace 10 años.
Desde los 12 se ponía detrás del volante, en la camioneta de sus padres, en su natal Pitalito, departamento del Huila, en Colombia.
Por eso, en cuanto compró su propio camión, no dudó en ponerlo bajo el amparo del Todopoderoso.
“Somos cristianos. Así como los católicos llevan su carrito a donde el curita, apenas compré mi vehículo lo hice bendecir por el Señor a través del pastor. Creo que esa es una forma de agradecerle por lo que me ha dado. Tengo la fe que por eso me he librado de varios accidentes”, explica el hombre de 41 años.