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¡Qué tristeza! Cargó su hijo hasta la tumba

Álvaro Tumbaco, Milagro (Guayas)
No podía dejarlo ir sin antes cargarlo por última vez. El adiós eterno se acercaba y justo en la puerta del cementerio Jardines de Esperanza, en Milagro, Zoila Lozano sacó fuerzas de donde pudo y pidió llevar el ataúd de su hijo Luis Ramírez, uno de los 22 militares fallecidos el pasado martes en el accidente aéreo registrado en Pastaza.
Los marinos que apoyaban la caja sobre sus hombros, se apartaron para que ella se ubicara en el extremo delantero y se aferrara al féretro donde se iba para siempre el ser que llevó en su vientre y que arrulló entre sus brazos.
Sus ojos hinchados se humedecieron en cuanto tocó la madera e hizo estallar en llanto a quienes acudieron ayer al sepelio del militar. “Mírala, está cargando a su hijo, ¡qué tristeza!”, se escuchó entre la ‘marea’ de color blanco y negro que copó el camposanto a las 14:00, para despedirlo.
En otro lado del panteón también despedían a su compañero Freddy Acosta, quien falleció junto a él en el siniestro. Ambos recibieron bendiciones en una misa conjunta a las 13:00.