Damián Bernal, mejor conocido como El Champ, recibe a EXTRA en una cafetería, el lugar donde generalmente surgen las ideas para su contenido y negocios. Así recibe a sus visitas, con café tostado y molido por él mismo. Está en YouTube desde 2018 y, desde entonces, ha ido en ascenso en un camino de aciertos y errores que, de a poco, han construido su identidad como influencer.

(Te puede interesar: El Champ, el youtuber con poncho)

Lleva ropa negra y su inconfundible sombrero. Cuenta que su vestimenta es lo más sencilla posible porque no le interesa ser criticado o alabado por lo que lleva puesto. Tiene su misión clara, en la que ahora le ha sumado su matrimonio con 'La Carito', a quien conoció en una reconocida panadería de Quito. 

• ¿Qué representa el café para ti?

Tú nunca estás enojado con un café. Y en Ecuador, el café es como una pepita de oro, al igual que el cacao. Eleva todo.

• ¿Cuál es tu propósito con la gastronomía ecuatoriana?

Simplemente hacer que la gente vea el potencial que tiene Ecuador en gastronomía. Para mí, es la mejor del mundo. He tenido la bendición de viajar a muchos países, pero nada se compara con lo que tenemos aquí. Geográficamente, estamos situados para ser la mejor gastronomía del mundo.

• ¿Lograste algo de esto en el reality de cocina en el que participaste?

Sí. Al principio, si alguien graba contenido de comida, le pueden decir ‘loco’ cuando afirma que Ecuador tiene la mejor gastronomía del mundo. Pero si demuestras en la cocina que puedes elevar platos simples, como un arroz con huevo, hacer un postre con chapo o transformar un clásico mango con limón y sal en algo sofisticado, la percepción cambia.

• ¿Te veían como ‘loquito’ en tus vídeos de YouTube?

Claro, porque al principio yo grababa así, como “estos platos debes comer en Imbabura, estos platos debes comer en Guayaquil”. Después el público pudo entender que yo también cocino y que podemos, desde nuestros hogares, ser los mejores embajadores en cuestión gastronómica.

• ¿En quién te inspiras para hacer todo esto?

Me inspiro mucho en las huecas, pero hay un personaje que yo admiro un montón: Gastón Acurio. Es un chef que llevó a Perú a ser una potencia gastronómica. Él empezó como yo, grabando a los chefs y unificando toda la gastronomía peruana para sacar ciertos platos vendibles. O sea, damos una lista de 10 platos bien hechos ecuatorianos, y créanme que, por lo menos, cada restaurante del mundo va a tener algo nuestro.

• ¿Cómo ha avanzado tu carrera?

Bastantísimo, porque la gente ya me ve más como un embajador del país, y pues tengo una responsabilidad muy linda. ¿Cómo vamos a estar después? Probablemente con restaurantes en otras partes del mundo. Incluso hasta en mi profesión, que no la tengo, la gente debe saber que cualquiera puede ser lo que sea.

• ¿Cómo fue tu desencuentro con la universidad?

Yo era un chico rebelde y exigente en cuestión de educación, porque decía que tenemos que encontrar primero un propósito. Yo no digo que la universidad está mal, pero mi desencanto fue que ya deberíamos estar saliendo a crear nuestras empresas. Yo no terminé la universidad, pero yo les digo a los guambras que normalmente, fíjense muy bien antes de seguir una carrera. No estudien por estudiar.

• El Champ ama tanto al Ecuador que su boda fue una fiesta temática ecuatoriana...

Dimos una pambamesa (se casó con Carolina Cobo) llena de granos, quesito, choclo, habas, mellocos. Además, ceviche de Jipijapa, mandarinas de Patate y después una fritada. Porque si tú ya te casas en Ecuador, tienes que brindar cosas ecuatorianas, no vas a servir algo francés.

• ¿Cómo es esta nueva etapa? ¿Cómo la manejas con los viajes?

Ya no es lo mismo, pero yo feliz. Yo ya quería tener un hogar en mi vida, quería, después de un viaje largo, poder llegar a mi casa con mi esposa y a mi Sofi, que es como mi guagua. Me encanta. 

• ¿Siempre fuiste hogareño?

Sí, por eso en la pandemia yo pasé encerrado, pasé feliz, porque me gustaba quedarme en la casa. Es algo que suena un poquito contradictorio por el hecho de que yo viajo bastante, pero viajar para mí representa trabajo, y quedarme en casa es la gloria.

• ¿Qué cambiarías de los restaurantes del país?

Un montón de cosas. Por ejemplo, la trata de vender una fritada, y porque el lugar está más bonito, la venden más cara, y ese no es el objetivo, sino que tu experiencia en ese restaurante sea diferente. El reto está en venderles a los extranjeros nuestra comida, bien presentada, con la misma sazón del mercado.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!