La figura de Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito, sigue tan vigente como en sus años de gloria gracias a la transmisión de su bioserie Chespirito: sin querer queriendo. La serie ha despertado un renovado interés por la vida del creador de personajes entrañables como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, y también ha arrojado nueva luz sobre su faceta más íntima: su familia.

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El recordado comediante mexicano tuvo seis hijos con Graciela Fernández, su primera esposa. Ya que con Florinda Meza no tuvo ninguno. La mayoría de ellos ha preferido mantenerse alejados del ojo mediático. Sin embargo, cada uno ha seguido un camino particular que, en muchos casos, mantiene viva la memoria y el legado de Chespirito, ya sea desde el arte, el activismo o el trabajo social.

Los herederos de Roberto Gómez Bolaños

Cecilia, la mayor y la más reservada

La primogénita, Cecilia Gómez Fernández, tiene actualmente 66 años. De carácter reservado, se ha mantenido al margen de la televisión y del espectáculo. Aun así, es parte del núcleo que toma decisiones sobre la imagen y el legado de su padre, y ha aparecido en eventos conmemorativos y homenajes póstumos.

Marcela, el rostro filantrópico de la familia

Con 64 años, Marcela Gómez Fernández dirige la Fundación Chespirito, una organización sin fines de lucro dedicada a apoyar a niños y jóvenes en situación vulnerable. Marcela ha volcado su vocación en el ámbito del trabajo social y coordina estrategias y programas enfocados en el bienestar infantil y juvenil, siempre en nombre de su padre.

Paulina, la pluma heredada del comediante

Paulina Gómez Fernández, de 62 años, sí abrazó el mundo del entretenimiento, aunque desde los bastidores. Se ha desempeñado como guionista en proyectos televisivos desde la década de los 80 y es una pieza clave en la producción de la bioserie sobre su padre. Junto a su hermano Roberto, trabajó en la narrativa de “Chespirito: sin querer queriendo”. También participa activamente en iniciativas culturales y comunitarias.

Roberto, el heredero natural del legado creativo

Roberto Gómez Fernández, único varón de los seis hermanos, ha asumido con naturalidad la continuación del legado artístico de su padre. A sus 61 años, se ha consolidado como productor de contenidos, destacándose por liderar las versiones animadas de El Chavo y El Chapulín Colorado. Actualmente, es el productor general de la bioserie en MAX, lo que lo convierte en el rostro más representativo del universo Chespirito en la era moderna.

Teresa, activismo con propósito

Teresa Gómez Fernández, de 60 años, se ha dedicado a la defensa de los derechos humanos, con especial atención a las causas migratorias y la comunidad LGBTQ+. Su trabajo ha estado vinculado a organizaciones sociales y movimientos que promueven la inclusión y la igualdad. Aunque se mantiene alejada del espectáculo, su compromiso con los más vulnerables honra también la memoria de su padre desde otro frente.

Graciela, la voz digital del legado

La menor del clan, Graciela Gómez Fernández, ha encontrado su espacio dentro de la Fundación Chespirito, donde trabaja en el área de comunicación digital y redes sociales. Además de ser parte del equipo detrás de la bioserie, se encarga de mantener viva la conexión con las nuevas generaciones a través de plataformas digitales, contribuyendo a que el legado de Chespirito siga vigente en el mundo virtual.

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