La actriz y creadora de contenido para adultos Esperanza Gómez logró una histórica victoria en la Corte Constitucional de Colombia frente a Meta, la empresa dueña de Instagram. La decisión del alto tribunal pone el foco en la moderación de contenidos en redes sociales y marca un precedente sobre los derechos fundamentales de los influenciadores.

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De acuerdo con reportes de la prensa de Colombia, Gómez había visto cómo su cuenta principal en Instagram, con más de cinco millones de seguidores, era eliminada sin una explicación clara. Según el fallo, Meta actuó de manera arbitraria y discriminatoria, aplicando sus políticas de desnudez y servicios sexuales de forma inconsistente frente a otros perfiles con contenidos similares que permanecen activos.

La Corte determinó que la medida vulneró derechos fundamentales de Gómez, incluyendo la libertad de expresión, el debido proceso y el derecho al trabajo. 

La magistrada Natalia Ángel, ponente de la sentencia, destacó que “con base en las pruebas recaudadas por la Corte Constitucional, la Sala Primera de Revisión le dio la razón a la señora Esperanza Gómez porque no se logró probar que en las imágenes que nos suministraron dentro del proceso se hubieran violado las reglas de la Casa de Meta”.

Si bien la cuenta original no puede ser recuperada —ya que los usuarios y contenidos fueron eliminados—, el fallo establece claras obligaciones para Meta en Colombia. Entre ellas se encuentran:

• Crear un canal electrónico visible para notificaciones judiciales
• Garantizar que las políticas de uso y privacidad estén disponibles en español y en un sitio web unificado
• Revisar y ajustar los mecanismos para impugnar decisiones de moderación, asegurando transparencia y equidad

¿Qué cambios implica esta decisión para las redes sociales y la libertad de expresión?

La sentencia de la Corte va más allá del caso de Gómez. Advierte que las plataformas no pueden sancionar a usuarios por actividades realizadas fuera de la red social si estas no infringen sus normas internas. Además, insta a Meta a definir con mayor precisión sus políticas sobre contenidos sexuales implícitos y a que su Consejo Asesor emita dictámenes consultivos sobre la moderación de desnudos y actividades sexuales de adultos.

Este fallo sienta un precedente para influenciadores y creadores de contenido, especialmente aquellos cuya labor profesional se desarrolla fuera de las redes sociales. También plantea un debate sobre la transparencia de las grandes plataformas tecnológicas y la necesidad de aplicar sus reglas de manera coherente y no discriminatoria.

El triunfo de Esperanza Gómez no solo es personal, sino que impacta directamente en la forma en que las plataformas manejan la moderación de contenidos en Colombia y potencialmente en otros países de la región, como Ecuador, reforzando la protección de los derechos fundamentales frente a la arbitrariedad corporativa.

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