La presentadora de televisión Fabiola Véliz vive una historia de amor que desafía las fronteras. Desde hace un año y cuatro meses mantiene una relación a distancia con el estadounidense Charlie Waller, de 38 años, quien reside y trabaja en Texas.

Aunque los separan kilómetros y agendas laborales, los une una fórmula infalible: confianza, comunicación constante y sobre todo, una gran dosis de creatividad.

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“Cuando empezamos la relación (los presentó una prima de ella), nos propusimos vernos una vez al mes, turnándonos los viajes. Luego, por trabajo, pasó a ser cada dos meses”, cuenta Fabiola.

La última vez que estuvieron juntos fue a finales de abril y, aunque han pasado más de dos meses sin verse físicamente, asegura que la llama del amor no se ha apagado. “Eso no enfría la relación. Charlie es muy tranquilo, paciente y yo soy súper comunicativa, así que nos equilibramos. No nos aburrimos”, afirma la vinceña, de 35 años, quien espera la llegada de su ‘gringo’ en agosto próximo.

Complicidad y citas

Fabiola comparte que una de sus herramientas para mantener la conexión con su pareja, aunque parezca increíble, son las citas virtuales. “Vemos películas juntos, sincronizados. Elegimos una, contamos 3, 2, 1 y le damos play al mismo tiempo. Conversamos durante toda la película por videollamada. Es como si estuviéramos juntos”, dice.

Además, tienen una regla no negociable: jamás dejar una llamada sin responder. “Así estemos ocupados, siempre hay un ‘mi amor, ya te llamo’. Esa constancia nos da seguridad”.

Respecto al envío o cruce de fotos de contenido sexual entre ambos, dice tajante que eso no va con ella. “Jamás le mando fotos ni videos. A mí eso me quedó claro que jamás puedo hacerlo porque se corre demasiado riesgo”, enfatiza

Rompió barreras idiomáticas

Cuando se conocieron, Charlie, quien trabaja en la empresa familiar, apenas hablaba español, y Fabiola admite que su inglés era “pésimo”. Pero ambos decidieron enfrentar ese obstáculo. “Un día le dije: o hablamos por teléfono o no lo haremos nunca. Él se animó, y desde entonces solo hablamos en español. Aprendió por amor. Me dijo: ‘Tengo que poder hablar con tu mamá’”, recuerda con ternura.

Mamá presente e influencer

Fabiola ha encontrado en las redes sociales una nueva forma de trabajar y estar cerca de sus hijos. “Yo los dejo en el colegio, los recojo, los llevo a catequesis, estoy presente en sus actividades. Cuando grababa novelas salía a las siete de la mañana y regresaba a las once de la noche. Ahora tengo equilibrio”, comenta.

Con casi 1.2 millones de seguidores en Instagram, Fabiola está agradecida de su comunidad digital. “Ser influencer es una gran responsabilidad. Las personas confían en ti, y yo no me lo tomo a la ligera”.

Aunque le han propuesto hacer castings para dos telenovelas, ha rechazado esas ofertas para priorizar su tiempo. “Hoy vivo tranquila y sin apuros. Me planifico, grabo por las mañanas y paso tiempo con mis hijos por las tardes. Las redes me han dado esa libertad”, sostiene.

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