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Farándula

Gabriela Pazmiño: “Me gustaría tener una edad avanzada, pero con dignidad"
La presentadora Gabriela Pazmiño celebró sus 50 años como 'festas patronales'. Luego de eso, la espera un viaje romántico a Turquía
No tiene miedo a envejecer, pero desea hacerlo con dignidad, es decir, luciendo siempre regia. Por eso, la presentadora de ‘Noticias de la mañana’ de RTS, Gabriela Pazmiño Pino, quien el pasado 30 de julio cumplió 50 años, dice que todavía “prende candela” y que tiene mucho por dar a su público y laboralmente.
En los próximos días, emprenderá un romántico viaje a Turquía junto a su esposo, el abogado y ex político Dalo Bucaram.
(Lea también: Gabriela Pazmiño celebró sus 50 años: "Tengo mucho por dar")
La pareja viajará sin sus cuatro hijos, y Gaby compartió con EXTRA algunos detalles para mantener viva la llama de la pasión tras más de cinco décadas juntos, sus secretos de belleza y una emotiva confesión: le habría encantado contar con la presencia de su madre, Gladys Pino, en este momento especial. Aunque Gladys falleció en 2018, le dejó un valioso recuerdo: un anillo que la acompañó en su cumpleaños.
¿Cómo recibes estas cinco décadas?
Con bendición, agradecimiento, alegría, madurez, felicidad y con salud, que es lo más importante. Hubiera querido estar un poco más flaca, pero bueno (risas). Y con la gente que amo, o sea, en la situación actual de mi vida. Trabajando todavía en un medio de comunicación, gracias a Dios con una familia estable, con mis hijos saludables... No le puedo pedir más a Dios, realmente.
Dicen que los 50 son los nuevos 30 en las mujeres, ¿te sientes así?
¿Y cómo me ves? Yo te digo que como uno se siente, se proyecta. Y yo me siento bien físicamente, tengo mucho por dar todavía. Como cuando dices: “¡Oye, todavía prende candela!”. Así me siento, me siento de 30, me siento feliz. Aunque con mucha más responsabilidad, por todo el aprendizaje de lo que he tenido que vivir. Y sé que lo que viene está mucho mejor para mí, porque yo confío en Dios.
¿Qué te hubiese gustado tener en este cumpleaños?
Tener a mi mamá. Me hubiera encantado recibir estos 50 junto a ella. Ella amaba las serenatas. La recordé al ponerme su anillo, el de la corona. Me lo regaló a mis 38 y me dijo que me lo ponga a mis 50... y aquí lo tengo.
¿Recuerdas los consejos que te dio cuando iniciabas en este medio?
Totalmente. Mi mamá era una mujer extremadamente cuidadosa conmigo. Y creo que está bien, porque en este mundo televisivo y artístico muchas veces te puedes desviar por tu propia inmadurez y edad, dejarte llevar por lo que hace todo el mundo.
Mi mamá siempre estuvo ahí con los pies en la tierra. Me decía: “A ver, a lavar los platos” y “aquí tú no eres la niña Nubeluz Ecuador”. Cuando yo salí en ‘hilo’ en el disco de Sony, mi mamá llamó a EXTRA a decir: “No, que mi hija es una mujer decente, una mujer de casa”. Y yo le decía: “Mami, ¿por qué haces eso?”, y me dijo que la vida me iba a enseñar, que debía dejar una huella en el corazón de las personas, no por el cuerpo. Ahora sé que ella tenía razón.

Ahora a tus 50, ¿dirías que te arrepientes de haber salido en esas portadas, calendarios y discos?
No me arrepiento, porque no hice daño a nadie, pero no me gustaría ver a mis hijas así. Ha sido parte de mi proceso. Pero no me gustaría ver ni a Nuni, Dalia o a mi Charlotte de esa forma. Porque sí, definitivamente lo que va quedando en el corazón de la gente es lo que tú eres, lo que tú das en el día a día: tu trabajo, el legado que vas dejando. Y no, no quisiera. Gracias a Dios, ese contenido no quedó en redes.
Lo hablas con mucha madurez...
Con Dalo (Bucaram) hemos tenido nuestros momentos muy duros. Hemos tenido momentos de-ya un poco más y ya no estamos- hace muchos años. Pero actualmente creo que vivimos un hogar bonito, porque Dios es lo primero en nuestro hogar.
¿Estás viviendo una la luna de miel?
Totalmente. De hecho, me voy a Turquía la próxima semana. Obviamente dijimos: sin hijos. Nos vamos los dos.
Hace poco recordabas una escena romántica y súper hot que hicieron con Dalo en la novela ‘A flor de piel’.
Eso lo recuerdo todos los días, mi amor. Pero fue tan candente, tan excitante, tan hermosa, había tanta magia, que nos cerraron la puerta de ese hotel y nos dejaron 15 minutos solos. Lo recordábamos con Dalo muertos de risa.
Ha pasado mucha agua debajo del puente, algunas libritas de más, muchas experiencias vividas, pero el amor sigue. No te puedo decir que esa llama sigue viva solo por mí, porque creo que el matrimonio se construye entre dos. Si bien es cierto que la mujer tiene que ser sabia, también tiene que aterrizar en oración. El hombre también pone su cuota, obviamente: de amar, cuidar, hacer y ser cabeza de hogar.

¿Y envejecer está entre tus miedos?
No es que quiero ser eternamente joven, porque es obvio que la edad va pasando y va a dejar su huella. Pero me gustaría, sí, tener una edad avanzada, pero con dignidad. Tampoco toda arrugada, con las súper canas…
Aunque mi hermana se deja las canas y la amo, con esa personalidad que tiene solamente ella. Porque yo no puedo. Pero me gustaría llegar así. Mientras haya salud y yo pueda hacer algo para verme mejor, ¿por qué no?
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