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Giselle Angulo: sus videos caseros guardan historias de migración y lucha
La colombiana, cuyo contenido tiene 38 millones de reproducciones, vivió en el suburbio de Guayaquil. Lleva una nueva vida como refugiada en Canadá
En sus videos, Giselle Angulo Caicedo aparece siempre cantando y con una amplia sonrisa que contagia alegría. Sin embargo, detrás de la pantalla del celular guarda una historia marcada por la resiliencia, la migración y el amor infinito hacia sus dos hijas menores de edad.
A los 29 años, la creadora de contenido afrocolombiana nacida en Buenaventura ha logrado que millones se identifiquen con ella, no solo por su carisma, sino también por la autenticidad con la que comparte cada canción y momento de su vida.
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Todo comenzó casi por casualidad. Un día, mientras se maquillaba, subió a TikTok un video en el que se la observa cantar en un idioma incomprensible, pero siguiendo la melodía de ‘Dying with a Smile’ de Lady Gaga junto a Bruno Mars.
Aquella grabación casera se volvió viral y superó los 38 millones de vistas. Fue el inicio de una etapa que cambió su vida. Después llegó otro golpe de suerte: un clip interpretando una canción de Ryan Castro alcanzó 33 millones de reproducciones y la llevó, meses más tarde, a un escenario en Montreal, Canadá, donde cantó junto al reguetonero frente a seis mil personas.
“Yo pensé que solo iba a saludarlo y verlo cantar, pero Ryan fue tan humilde que me invitó a compartir escenario con él. Estaba temblando, fue un sueño hecho realidad”, contó a EXTRA con su característica carcajada que lanza en los videos.

Esa mezcla de espontaneidad y sencillez es lo que convirtió a Giselle en un fenómeno digital: la gente la sigue porque en ella encuentra frescura y alegría.
Nueva vida, estudios y sueños
Actualmente, Giselle vive en la localidad de Québec, Canadá, junto a sus dos hijas, Camila, de 11 años, y Emma, de 4.

La primera vez que llegó a esa ciudad fue entre 2019 y 2020, en medio de la pandemia, a través de un programa para víctimas de violencia. No imaginaba lo complejo que sería adaptarse a un país con un clima extremo (frío) y dos idiomas desconocidos: francés e inglés. El invierno la recibió con soledad, su padre enfermó y falleció a la distancia.
Influencer
Ahora, con estabilidad, estudia francés todas las mañanas y sueña con un futuro mejor para sus pequeñas, que ya comienzan a crecer y a hablar las lenguas nativas. Aunque confiesa que todavía no domina el inglés, admite tener una habilidad especial para aprender de oído canciones en diferentes idiomas, talento que la ha acompañado desde niña.
El camino que la llevó hasta Canadá comenzó mucho antes. En 2018, Giselle decidió dejar Buenaventura, una ciudad marcada por la violencia y los conflictos armados en Colombia. “Era muy duro vivir allá, había mucho conflicto. Me tocó irme por la seguridad de mi hija Camila”, relata.
Su primera parada fue Ecuador, país que le abrió las puertas durante un año y donde forjó algunos de los recuerdos más felices de su vida. Con un pequeño capital recibido de un programa de apoyo para refugiados, inició un emprendimiento de arreglar uñas y trenzas en el suburbio de Guayaquil, cuya calle no recuerda, aunque estaba cerca del hospital Abel Gilbert Pontón.
Su amor eterno por la Perla
Para Giselle, hablar de la Perla del Pacífico es hacerlo desde la nostalgia. Recuerda con ternura las calles suburbanas donde vivió con el padre guayaquileño de su segunda hija, Emma, quien nació en Cali, la llamada ‘Capital Mundial de la Salsa’. “El pasaporte colombiano abre muchas puertas”, aseguró la tiktokera.
Rememora las caminatas al mercado y los sabores que marcaron su corazón: los bolones de chicharrón y queso del Cristo del Consuelo, las cangrejadas y las noches de clásicos de fútbol junto a amigos, que se extendían hasta la madrugada.

“Los mejores años de mi vida los viví en Ecuador. Amo a Guayaquil con todo mi corazón. Sueño con volver y tener una casita allá, aunque sea para vacacionar”, confiesa.
En Guayaquil vivió un año y, por problemas conyugales, decidió viajar a Canadá. Sin embargo, tratando de arreglar su relación, volvió a Ecuador en 2020, pero sus documentos canadienses se extraviaron y se vio obligada a quedarse casi tres años en la ciudad.
Desesperada y con dos hijas, no sabía cómo regresar al país que le dio refugio. Hubo noches en las que pensó rendirse. Enfrentó la depresión y sintió que todo se derrumbaba. Sin embargo, la vida le tenía guardada otra oportunidad: una abogada canadiense tomó su caso y la ayudó a recuperar su residencia. En 2023 finalmente regresó a Canadá.
Siempre de la mano de Dios
“Dios nunca me ha soltado. Él sabe lo que hay en mi corazón y siempre me abre una puerta cuando más lo necesito”, dice con gratitud.
Por eso asegura que tiene tres países en su corazón: Colombia, porque es su tierra; Ecuador, porque le abrió los brazos en un momento clave; y Canadá, porque le ha dado la oportunidad de construir un futuro distinto para su familia.
Influencer
Además de seguir creando contenido viral, Giselle prepara su siguiente meta: debutar como cantante con un tema propio, sin dejar de transmitir un mensaje de esperanza y resiliencia a las madres que, como ella, luchan por sacar adelante a sus hijos.
A raíz de que su imagen se viralizó, la colombiana ha sido entrevistada por medios internacionales, donde ha dado a conocer que detrás de su sonrisa hay una historia de lucha.