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Farándula

Johanna Carreño, de 38 años, decidió devolverle a Dios, a través de su canto, todo lo bueno que recibió.Cortesía

Johanna Carreño: la cantante manabita regresa a la música para cantarle a Dios

Tras 13 años de silencio musical, viajó a Lima para grabar dos canciones
que hablan de fe y propósito. En el 2008 ocupó el primer puesto en MTV

“Uno siempre vuelve a los lugares donde fue feliz y amó la vida”, dice Johanna Carreño, quien tras 13 años de silencio musical, vuelve a sus orígenes artísticos. La cantante manabita retoma el pop rock que la dio a conocer hace 13 años, pero esta vez su voz y letras estarán dedicadas a lo más importante en su vida: su fe y amor por Dios.

La interprete de 38 años recuerda que su reencuentro con la música nació en su iglesia, en Manta, donde comenzó a cantar hace dos años. 

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“Dios me regaló el don de la música y decidí devolvérselo. Con mi novio Jorge Zambrano Loor, también artista, quisimos hacerle un tema para Él. Si antes hice producciones de calidad para el mundo, ¿por qué no hacerlo igual, o mejor, para Dios?”, le comentó a EXTRA.

Viajó a Lima para grabar dos temas

Su regreso musical la llevó a Lima, Perú, para grabar dos temas: uno en solitario y otro a dúo con su pareja, ambos con el sonido pop rock que siempre ha amado, pero con un mensaje de esperanza, fe y amor divino. Lo hizo de la mano de Francisco Murías, su productor de toda la vida y cuyos arreglos musicales la llevaron a MTV.

“En estos tiempos de dolor e incertidumbre, necesitamos recordar que el amor de Dios es grande y sus planes son perfectos para nuestras vidas”, reflexiona Carreño quien llegó de Perú este viernes.

La cantante se reencontró con su productor de toda la vida, Francisco Murías.Cortesía

Su historia personal también ha fortalecido su fe. Cuando se dio cuenta de la falta de apoyo y lo caro que resultaba mantener el sueño de seguir en la música, se inclinó por el campo de la belleza. Estudió cosmetología y abrió un centro estético que aún mantiene entre altas y bajas debido a la inseguridad.

Momentos complicados

Luego vendría el divorcio y momentos difíciles, fue ahí cuando Johanna buscó refugio espiritual. “Hace dos años y medio le pedí a una amiga que me llevara a la iglesia cristiana donde encontré paz y propósito”, reveló.

Hoy, Johanna combina su música, su fe y su rol de madre. Su pequeño Joaquín, de 4 años, la acompaña en cada paso y sueña con tocar la batería en la iglesia junto a ella. Con una trayectoria que la llevó, en el 2008, a obtener el primer lugar de MTV Latinoamérica en la categoría de los temas más sonados de la semana con su canción Don’t Stop Me y a representar al Ecuador en escenarios internacionales, la portovejense asegura que su misión ahora es otra: “Si antes le canté al mundo, ahora le canto a Dios, y lo hago con todo mi corazón”, recalca.

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