Nancy Risol, ha conquistado corazones desde Saraguro con su humor espontáneo, y ese carisma auténtico que la convirtió en la primera ecuatoriana en alcanzar el millón de suscriptores en YouTube. Ahora, da un paso importante: compartir con su comunidad cómo ha transformado sus hábitos para sentirse bien, no solo por fuera, sino desde adentro.

En un video que compartió en Facebook, la youtuber contó su travesía hacia un estilo de vida más saludable. Todo comenzó durante la pandemia, como a muchos, le pasó factura: engordó en un efecto rebote. Su dieta se basaba en un desayuno inexistente, un almuerzo monótono de papas, huevo y fideos, sin vegetales ni fibra. 

Cuando cumplió 18 años y se hizo independiente, volvió a intentarlo: añadió tres comidas diarias, jugos verdes, frutas, ensaladas... pero la constancia duró apenas dos años, y volvió a caer en viejos hábitos.

El estrés y la ansiedad se colaron también. Comía sin sentirse satisfecha, al mediodía seguía con hambre; era más una reacción emocional que un acto consciente. Por eso cambió su meta: ya no quiso bajar de peso por bajar. Quiso adoptar un estilo de vida sostenible: uno que la mantenga llena de energía incluso cuando tenga treinta o cuarenta años. “No quiero verme yendo a hospitales, incapaz de disfrutar mi vida y mi familia”.

Habló de su problema de estreñimiento, de que no tomaba agua ni comía verduras, y cómo fue introduciendo soluciones que sí pudiera mantener. Por ejemplo, en ayunas, un vinagre de manzana desinflamante; luego jugos verdes por las mañanas durante casi un mes, combinándolos con descansos semanales para no saturarse. 

¿Cuál fue su secreto para bajar de peso?

Y finalmente, el gran logro que compartió orgullosa: dejar el azúcar al 100 %. Ahora, desayuna equilibrado, en porciones justas, sin hacer esfuerzos extremos. Su ejemplo: huevos revueltos con lentejas; banana con panqueques, fresa y arándanos; gelatina sin sabor. Por primera vez cocina y decora su plato: “antes comía como animal, ahora honro la comida”.

Los beneficios se sintieron desde el primer día. Ahora tiene más energía, mejor concentración y cero antojos. Aunque al principio el chocolate la tentó, logró controlarse sin caer. “Nosotros somos el resultado de lo que comemos… ¿Cómo quieres verte en 10 años?” cerró Nancy, recordándonos que cada elección hoy tiene un reflejo mañana.

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