La reconocida deportista y expresentadora ecuatoriana María Teresa Guerrero, conocida con cariño por el público como La Flaca, atraviesa uno de los momentos más retadores de su vida: una dura batalla contra el cáncer de ovarios. Desde que recibió el diagnóstico, ha decidido compartir con total honestidad su proceso, convirtiéndose en un símbolo de fortaleza y conciencia para muchas mujeres.

A través de sus redes sociales, María Teresa ha documentado su experiencia con las quimioterapias, un tratamiento que si bien es parte esencial del camino hacia la recuperación, también viene acompañado de desafíos físicos y emocionales. Uno de los momentos más sensibles ha sido la pérdida de su cabello, situación que ha tocado profundamente su identidad como mujer y figura pública.

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En una de sus más recientes publicaciones, compartió una reflexión cargada de sinceridad: “A veces me miro al espejo y no me reconozco. Extraño mi pelo. Me cuesta. Sonrío, porque sé que esto también es parte de mi sanación. Lo que hoy duele, mañana será solo un recuerdo. Pero hay días… hay días en los que tengo que sacar una valentía que ni siquiera sabía que tenía. Y confiar. Confiar en que este proceso tiene un propósito”, escribió María Teresa.

María Teresa Guerrero y su proceso de quimioterapia

Su apertura ha generado un gran impacto, no solo por el dolor que expone, sino por el mensaje esperanzador que transmite. La exconductora no ha dudado en mostrar cómo es vivir con quimioterapia, publicando incluso vídeos donde revela aspectos poco conocidos de este tratamiento, con el objetivo de sensibilizar y educar al público.

“No les voy a mentir: extraño mi pelo. Y sé que no soy la única. Somos muchas, muchos, atravesando batallas parecidas. Y sí, para muchas mujeres, el pelo es símbolo de fuerza, de feminidad, de identidad. Fui imagen orgullosa de productos para el pelo durante años… y perderlo ha sido duro. Pero también me repito cada día: cada pelo que se cae es una célula que por dentro está sanando”, confesó.

Más allá de compartir su situación personal, María Teresa también ha asumido un rol de activista por la salud femenina. En repetidas ocasiones ha hecho un llamado a las mujeres para que no se conformen únicamente con realizarse el papanicolaou. En su caso particular, este examen no reveló ningún problema, y fue un ultrasonido lo que finalmente permitió detectar el cáncer.

“No esperen. Insistan. Aquí en Estados Unidos a veces no lo hacen si no lo pides. A mí no me hacían uno hace dos años, y en dos años, cualquier cosa puede crecer”, advirtió con firmeza.

Su mensaje es claro: la prevención y el chequeo médico oportuno pueden hacer la diferencia. Por eso, más allá del dolor y las adversidades, La Flaca sigue siendo una voz que inspira y motiva, demostrando que la vulnerabilidad también es una forma de coraje.

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