Admite que puede ser bochinchero, a veces imprudente y hasta cierto punto showsero, pero lo que Mauricio Altamirano asegura no ser, es mentiroso. Aunque dice que no quiso hacer daño, ahora tiene claro que cometió un error y que se precipitó al lanzar en el programa ‘Calientitos’, un chisme que ‘le contaron’ sobre el cantante panameño Miguel Melfi.

Esa ligereza lo pudo llevar 15 días a la cárcel y a pagar 12 mil dólares de reparación, además de las disculpas públicas al artista, eso al ser declarado culpable dentro del proceso que impulsó Melfi por atentar contra su honra.

“Quiero que toda esta situación jurídica ya culmine. El 4 de marzo prescribió la demanda, por los tiempos, ahora estoy un poco más tranquilo, aunque todavía me cuesta conciliar el sueño”, confiesa el Cuy.

Pese a la prescripción del caso, añade que aún hay que esperar que la jueza lo ponga por escrito para que sea legal.

En medio de su aparente calma, acepta que por un momento sí se vio tras las rejas.

“Siempre hice notas de los famosos que por uno u otro asunto estuvieron presos y me preguntaba cómo sería estar un día en la prisión, pero no 15 días y bajo la figura de culpable. Honestamente, sí me vi en la cárcel”.

No le suma

Reconoce que este escándalo avergüenza y no lo favorece para nada. “No estoy en contra de que hablen de mí, soy una figura pública, pero que sea con fundamentos, esto no me suma, he recibido muchos ataques, estoy tomando pastillas para dormir y en tratamiento por el daño psicológico que he vivido”.

No acepta que se diga que debido a su proceder como reportero de farándula es que el karma le llegó. “Una cosa es hacer show, otra es mentir. Confié en mi fuente, pero caí, pequé de tonto, de confiado. Pero yo no aseguré nada de Melfi, al día siguiente se lo rectificó en el programa y Santiago (Castro) dio las debidas disculpas. Después que él habló, yo estaba alzando la manito para también hacerlo, pero él dijo que no se hablaba más del tema”.

Mucha hipocresía

Los ataques -explica- que llegaron de donde menos lo pensaba: ‘Los hackers de la farándula’, espacio del que forman parte Santiago Castro y Leonardo Quezada, con quienes pensaba que tenía una buena relación.

“Todo esto sirvió para darme cuenta de las personas que realmente me estiman, los que han sido hipócritas y se les cayó la careta”, expresa.

Por todo lo expuesto, Altamirano indica que solicitó su derecho a la réplica a Ecuavisa, y para conseguirlo, se dirigió a los directivos. Espera esta semana acudir al programa y defenderse de lo que él define como “ofensas, ataques y calumnias”.

Mientras tanto, la “relación cordial” que tenía con Castro dice que se terminó. “No lo entiendo, en ‘Calientitos’ se solidarizaba conmigo y en los Hackers me atacaba”.

No termina

Por el contrario de lo que se cree, el Cuy aclara que su carrera periodística no ha finalizado. “Todo lo vivido lo defino como un aprendizaje. Nadie puede manchar una carrera que para mí ha sido exitosa, vengo desde abajo, empecé cargando cables. Esto no define mi carrera ni la termina, de hecho, tengo propuestas que no he aceptado, porque ya no quiero volver a ser reportero de farándula”.

Quedó un precedente

Enrique Crespo, abogado de Miguel Melfi, comenta a EXTRA que su cliente está tranquilo porque en parte logró lo que se buscaba.

“El señor Melfi quiso que se demostrara la culpabilidad de Mauricio Altamirano y que se le hiciera justicia, que quedara un precedente y se lo consiguió”.

En días pasados, el artista expresó que quería llegar hasta las últimas instancias para tener un poco de paz, después del bochorno y los momentos difíciles que pasó él y su familia.

“Él está tranquilo, siempre supo que esto podía pasar, aun así su principal objetivo ya se cumplió. A él no le importaba el dinero, sino que se deje un procedente. Ahora continuamos con las acciones, todo está en su rumbo”, agregó el abogado.

No está denunciado por Dieter Hoffmann

El ‘pito’ entre Mauricio Altamirano y Dieter Hoffman no es nuevo. Los reporteros desde hace rato que vienen echándose indirectas, poniéndose apodos y hablando mal el uno del otro, por lo que estallaron el pasado 15 de febrero, en el parqueadero de la Unidad Judicial Albán Borja.

Por el encontronazo, en el que Cuy le arrebató el celular a Dieter y lo lanzó al piso, se habló de denuncia. Pero Mauricio aclara que todo fue una farsa. “Pretendía burlarse de la Función Judicial, eso es fraude procesal. Si no hubiese habido las imágenes de TC Televisión, donde se ve que Dieter antes de llegar a mi carro y querer abrir la puerta por tres ocasiones, se cayó y se lastimó el brazo, lo hubieran logrado. No hay ninguna denuncia”.