Luego de cuatro meses de estrés y trámites a distancia para arreglar sus documentos legales, la modelo Nathaly Quiñónez finalmente pudo ponerle fecha a su matrimonio con el alemán Thomas Greulich.

La boda civil, según lo dio a conocer a través de sus historias de Instagram, será íntima y se realizará en Múnich el 28 de agosto de este año. Para la eclesiástica, en cambio, se prepara algo más grande en Ecuador. Aunque aún no han definido la fecha, la esmeraldeña desea que la ceremonia religiosa se realice en una playa de la Ruta del Sol, para reunir a sus seres queridos en un entorno natural y acogedor.

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“Les comparto un poquito de una gran, gran felicidad. La Corte alemana por fin nos dio la confirmación para casarnos. Fueron cuatro meses a distancia de documentación legal y mucho estrés. Por eso lo celebramos tanto. Nos ha hecho una pareja más fuerte”, comentó la modelo, quien reside entre Nueva York y Europa por sus compromisos laborales sobre las pasarelas.

Para el enlace eclesiástico, la esmeraldeña de 30 años pidió a sus seguidores que le den ideas de recuerdos ecuatorianos para entregar ese día tan especial. Entre los mensajes que recibió están: cocadas, ‘shots’ de licor de coco, artículos confeccionados con paja toquilla, chocolate ecuatoriano de marca reconocida, llaveros de tagua, mini vasijas de barro y otros objetos artesanales.

El vestido y el anillo

Aunque aún faltan algunos detalles por coordinar para ambos eventos, existe expectativa por el vestido de novia que usará. Adelantó que la luna de miel será en las Islas Galápagos.

En una entrevista con EXTRA, realizada en marzo pasado, la modelo expresó su deseo de generar oportunidades para nuevos talentos de la moda, por lo que su vestido será confeccionado por manos ecuatorianas. “Me gusta darle oportunidades a la gente en lo que se pueda. El vestido que usaré será una vitrina para el diseñador escogido”, aseguró Nathaly.

El amor por la ‘tierra verde’ donde nació, Quinindé, quedó eternizado en el original diseño del anillo de compromiso que recibió de su futuro esposo, el alemán Thomas Greulich. La pedida de mano que tomó por sorpresa a la modelo ocurrió en un exclusivo restaurante de Samborondón, el 30 de enero.

Antes de ingresar al mundo del modelaje

Mucho antes de estar en el ojo público y de consolidarse como una maniquí top, Nathaly participó en el certamen Miss Ecuador. No ganó, pero tampoco regresó a Esmeraldas. Se quedó en Guayaquil. Aprovechó las oportunidades que se le presentaron como modelo comercial.

También consiguió trabajo en el hospital Teodoro Maldonado, del IESS, como miembro de los llamados ‘chalecos rojos’, grupo de personas que le daban atención a los pacientes y guiaba a sus parientes acerca de trámites y documentos.

Haber sido parte de ese lugar le permitió conocer a muchos médicos, lo que facilitó el camino para salvarle la vida a su mamá, cuando se enteró de que sufría cáncer de mama. Su sueño de ser modelo siempre estuvo latente. Por perseguir su anhelo lo arriesgó todo, hasta el amor. Dejó a su novio español con quien llevaba seis años. Él le permitió volar y nunca más la buscó.

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