SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Farándula

Talentos de TV, del teatro y la música se enorgullecen al hablar de Guayaquil

Talentos de TV, del teatro y la música se enorgullecen al hablar de Guayaquil, tanto que hasta se definen como el más guayaco de todos. Los une el gusto por la comida y admiran los lugares emblemáticos de la urbe.  

guayaquil
Talentos de la televisión hablan de su amor por Guayaquil.Archivo

El guayaquileño, nacido o criado en esta ciudad, se caracteriza por ser espontáneo y bacán, que le gusta la buena comida y compartir con gente chévere.

Todas las figuras de la farándula porteña consultadas por EXTRA coinciden con eso y además, ellos se definen como auténticos guayacos.

Jasú Montero, cantante y presentadora de televisión, se entusiasma y dice que no hay guayaca más grande que ella.

“Soy bien criolla, me encanta principalmente todo lo que tenga que ver con lo típico, lo que determina y caracteriza a Guayaquil”.

Otro aspecto que la destaca, expresa la artista, es su forma de ser. “Los guayacos somos alegres, divertidos y acolitadores”. Entre risas, añade que ya tiene compradas las gallinas criollas para preparar un buen seco para disfrutar en familia este feriado.

Wendy Rosillo, presentadora de noticias, comenta que como buena guayaquileña le gusta tomar cerveza y usa muchas palabras de la jerga popular. “Me encanta la música alta y el buen ambiente. Soy empática y ayudo en la medida de lo posible. Soy directa y no me gusta andar con rodeos”. Como amiga, agrega que es incondicional y para siempre.

“Si no te caigo bien, te respeto, pero sigue tu camino. Jamás mendigo por atención, soy luchadora y lo doy todo hasta el final”.

La batalla por la guayaquileñidad aumenta con Michela Pincay. “Soy bien guayaquileña, nací en la clínica Gil, aunque por un tiempo viví en la provincia de Manabí, pero desde los cuatro años ya me quedé para siempre en mi ciudad”. Mientras hay quienes se quejan del calor, ella asegura que disfruta del clima.

“Me encanta la gente y por supuesto la comida. Ahora, me gusta mucho ir a la calle Panamá, me parece increíble lo que han hecho ahí. Sé que pasamos por momentos complicados, pero defiendo a mi ciudad y busco resaltar lo mejor que tiene. Llevo en alto mi bandera”. 

Claudia Gómez

Tras arduas jornadas de ensayo y de actuar en obras teatrales, Claudia Gómez busca descargarse del trabajo paseando por el malecón.

“Me fascina también subir las escalinatas del cerro Santa Ana, además de ser un buen ejercicio puedo mirar la ciudad desde lo alto”.

La actriz, además de encantarle la comida típica, le gustan los dulces tradicionales, que ya muy poco se encuentran.

“Voy cada semana donde mi amigo El Garito, que tiene la auténtica chicha resbaladera. Me tomo dos vasos y también están los dulces, que de niña se compraba en las tiendas y que ya prácticamente han desaparecido. De pequeña me llevaba mi abuelito y yo mantengo la costumbre”.

Claudia lleva a sus nietos Madox e Isabella, a quienes les enseña a valorar lo típico de la ciudad.

“Los llevo a pasear y les cuento la historia de los lugares por donde vamos y de lo que comemos para que mantengan esa identidad con algo tan nuestro”. 

Aladino

Enrique Vargas Mármol, conocido popularmente como Aladino, el Mago de la rokcola, es de buen diente y los platillos típicos de Guayaquil son sus preferidos.

“Soy un guayaco coqueto y comilón, así como lo digo en mi canción, me gusta el maní, queso, mortadela, seco de chivo, caldo de bola de verde, carne en palito (chuzo), arroz con menestra y carne asada. La gastronomía es lo máximo de mi Guayaquil”.

Por otra parte, indica que está la gente que se caracteriza por ser bondadosa.

“Soy un típico guayaquileño, conversador, me gusta hacer amigos y compartir con la gente”.

De la Perla del Pacífico comenta que disfruta todo, el malecón, las escalinatas del cerro Santa Ana y del barrio Las Peñas.

“Me encanta que siga creciendo en obras, para que siga siendo más turística y lleguen más divisas para que avance más cada día”, menciona el artista. 

Conny Garcés

Conny Garcés, modelo y presentadora de farándula, nació en Esmeraldas, pero asegura haber vivido “siempre” en Guayaquil.

RELACIONADAS

“Aquí muchos saltarán y dirán no es guayaquileña, pero mi corazón está dividido entre las dos ciudades. Son 27 años de vida y de estar en esta hermosa ciudad, de hecho estoy inscrita acá. Me siento tan guayaca como el encebollado”, explica.

De ahí que disfruta mucho pasear por la noche en el malecón Simón Bolívar y disfrutar la brisa del río Guayas.

“Ahora también llevo a Mía, mi mascota. Y como la comida no hay otra. Cada vez que salgo del país, es lo que más extraño”.

Guayaca que se respeta -dice- le hace siempre al encebollado. “Después de una farra es infaltable, me gusta comerlo con chifle en la calle Cuenca o en la 4 de Noviembre. En desayuno un bolón de queso es lo mejor”. 

Mariaca Valdés 

Aunque Mariaca Valdés nació en La Habana, Cuba, con euforia reclama su derecho a ser considerada como perteneciente a este lugar.

“Llegué en 1978, así que soy tan guayaquileña como cualquier otro. Soy una guayaca orgullosa de mi ciudad”. Lo que más le gusta -agrega- es la comida exquisita y la gente maravillosa.

Es por eso que en su carrera en la televisión la ha hecho siempre en una cocina, como chef. “Para destacar la deliciosa gastronomía que tenemos”. Algo que le preocupa y de lo que siempre está pendiente, es que el sector de su casa o por donde anda, siempre esté limpio y hermoso.

Viejo Napo

Héctor Napolitano, conocido popularmente como Viejo Napo, ama tanto a su ciudad que le escribió la canción ‘Guajira a Guayaquil’. “En ese tema le digo todo lo que siento por ella: Guayaquil, la bella; Guayaquil, la estrella; Guayaquil, eres Perla que surgiste del más grande e ignoto mar”, canta el músico.

Lo que más le atrae, indica, es el río Guayas, motivo por el que siempre le ha gustado vivir cerca, para deleitarse mirándolo, además que lo inspira para componer sus canciones.

“Como guayaquileño tengo un sentido de pertenencia y gratitud por haber nacido y crecido en esta tierra bella, en la que aprendí a tocar la guitarra, tener buenos amigos y una buena familia”, señala el intérprete.

“A pesar de la miseria humana que cada vez crece más, todavía me siento protegido en Guayaquil como en ningún otro sitio donde he estado y que han sido muchos”.