Realiza el papel de una auténtica ‘mujer orquesta’. Viviana Salazar no solo compone e interpreta sus canciones, sino que hace las pistas, las mezclas, remasteriza y se encarga de la producción de sus discos. La artista guayaquileña asegura que se cansó de gastar dinero y al final quedar inconforme con las grabaciones que le hacían.

Fue después de tomar a escondidas el dinero que su papá le dio para la matrícula de la universidad e invertirlo en una grabación que no llegó a ver la luz, que comenzó a pensar en tomar personalmente el control creativo de su carrera.

“Empecé a cantar muy chica, a los 11 años aprendí a tocar guitarra y a los 12 compuse mi primera canción romántica. A esa edad uno no sabe nada del amor, pero me inspiré en una telenovela que veía mi mamá. En el colegio la cosa cambió porque ya andaba por ahí enamorada y pasé inspirada, compuse 30 baladas”, dice entre risas.

Ya fuera del colegio quiso hacer su primera grabación, pero se encontró que era muy caro.

“Estudiaba dirección escénica y actuación y tomé el dinero de la matrícula, pero aclaro que después lo repuse. Comencé a cantar en bares hasta que junté mil dólares que me costó mi primera producción”.

La alegría se convirtió pronto en decepción porque no le gustó la producción.

“La llevaba a un lado y a otro y siempre me decían le hace falta esto o lo otro. No entendía de qué me hablaban, así que fui a otro estudio, ahí mi papá me apoyó y se pagó 3 mil dólares, pero pasó lo mismo”.

Fue tiempo y dinero perdidos, porque la canción quedó en el olvido. “Gracias a todo eso que me pasó entré a estudiar producción musical, ya me gradúo el próximo año. También desde el 2014 soy beatmaker (creadora de pistas en computadora), creo que soy la primera o la única, no sé si haya otra en el país”.

‘Guayaquil’ es el nombre de su nueva producción, la cuarta que realiza por su cuenta, en su propio estudio de grabación y con sus equipos.

La canción está en género urbano y trata de una historia que se desarrolla en Guayaquil. “Una chica va en su carro a lo largo del malecón y se nombran puntos claves de la ciudad, tal y como se hace en el tema Medellín o Poblado, de Karol G”.

Viviana Salazar está empeñada en darse a conocer no solo por sus canciones, sino también como productora musical.

“Los artistas van a Colombia o Argentina a grabar, pero aquí hay buenos productores, sino que no son muy conocidos. Tienen que poner los ojos en lo nuestro, buscar y ver que estamos capacitados para hacer un trabajo de calidad”, indica.

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