Cualquier incauto podría pensar que en Guayaquil solo se mata, se roba y se extorsiona. Pero en esta ciudad sus habitantes también sueñan, se ríen, hacen el amor, crian a sus hijos lo mejor que pueden y celebran sus triunfos con cerveza y vino para olvidar lo cerca que está siempre el infortunio.

Y por supuesto, también cantan, componen canciones, escriben poesías y novelas, hacen teatro, debaten, proponen ideas.

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Es justamente de toda esa violencia y sapiencia popular que se nutre el fanzine guayaco para adultos La Matemango, creado por un grupo de músicos, escritores y dibujantes guayaquileños (más un bonaerense), que el viernes 31 de octubre lanzarán su décimo número con una exposición en la galería La Estuaria, en el centro-sur porteño.

Se trata de un cómic que si bien se nutre de Guayaquil y sus misterios, aborda temas universales como la sexualidad, la guerra, el racismo, la religión, las relaciones de poder, matizados con el humor y la sátira. Y aunque muchos de los dibujos de La Matemango pueden ser considerados ‘crudos’ o incluso pornográficos, jamás apuntan a ser ofensivos.

“Lo que sucede es que el mundo mismo está lleno de ofensas, y por ende de ofendidos, y quienes hacemos la revista crecimos en un lugar que ha sido ‘duro’. Entonces el humor lo que nos ha dado es actitud y resistencia”, dice Wilson Limones, uno de los mentalizadores del fanzine.

Y en un contexto en el que pareciera que cualquier comentario es capaz de herir susceptibilidades, “creo que traspasamos esa barrera porque sin pretenderlo hemos logrado ver que precisamente el humor, no la mofa o la payasada, es un arma de fortaleza poderosa”.

‘Refuerzo’ Extranjero

Desde la caótica Buenos Aires, el guionista y escritor Francisco Giarcovich (El Garco) colabora con La Matemango con sus dibujos, que a pesar de la distancia geográfica encajan a la perfección en el universo mordaz ‘matemanguero’.

“Mi punto de vista acerca del humor tiene que ver con lo profano, lo prohibido. Es una manera de conectar por fuera de la solemnidad y permitirnos reírnos. Primero de nosotros mismos y luego de nuestros rasgos más humanos, que por momentos son los más oscuros: las perversiones, las manías, los temores, las traiciones y los errores”.

Pilas...

Aparte de los dibujos, La Matemango lleva al lector a conocer sobre literatura, música, cine, antropología... porque no todo pueden ser ‘payasadas’.

La Estuaria, nuevo punto de encuentro

El número 2014 de la calle Eloy Alfaro y Colombia ha sido un punto clave de la movida cultural guayaca. Hace unos años funcionó allí Entelequia, sede clandestina donde se realizaban conciertos de la escena subterránea de música extrema.

Actualmente en esa dirección está la galería La Estuaria, de Jimmy Mendoza, que desde el mes de agosto ha hecho exposiciones, conversatorios y conferencias con artistas y académicos como Eduardo Jaime, Jorge Marcos, Silvia Álvarez, Julio Huayamave o Jorge Josse.

En esta ocasión, por motivo del lanzamiento del nuevo número de La Matemango, amplía su oferta con talleres.

El festejo se extiende todo noviembre

La celebración por el lanzamiento de este nuevo ejemplar de La Matemango se extenderá todo el mes de noviembre, con talleres de narración y arte, presentaciones teatrales, exposiciones fotográficas y música.

Por ejemplo, la próxima semana, el sábado 8 de noviembre, será la proyección de la película ‘El cuento de la abuela’, de Damián Matailo, más el taller ‘Arquitectura marginal desde lo natural’, con la artista plástica Abigaíl Moreno Bravo.

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