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Guayaquil

Hermanos Baquerizo: manos que dan vida a tablas y utensilios de madera en Guayaquil
Julio es parte del legado familiar. Sus parientes ubican su taller en la 36, entre Portete y Argentina, suroeste de Guayaquil, donde todos laboran
Si ven a los hermanos Baquerizo reunidos, no es porque estén charlando. De hecho, están trabajando y dándole duro al samán, especie característica de la región. Julio, uno de ellos, tiene 62 años y cuenta que desde hace 25 se dedica a elaborar utensilios de cocina de madera, junto con sus hermanos y otros familiares en un taller en el suroeste de Guayaquil.
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Al pie de la calle 36, entre Portete y Argentina, se reúnen todos los días, desde las 08:00 hasta “que se termine el trabajo o nos gane el cansancio” en su tarea de elaborar, en su mayoría, bases para picar alimentos.
“Tenemos de todos los tamaños. De una plancha de madera salen 5 tablas grandes. A veces vienen partidas y sobran retazos, en esos casos se hacen las de comer cangrejos o unas medianas. Aquí nada se desperdicia”, dice entusiasmado.
Cada uno de los Baquerizo tiene su puesto. Por ejemplo, Julio se sienta en un par de grandes rocas y apoya las tablas sobre un tronco cortado a su altura para darles el acabado apropiado. Él humedece un pedazo de tela en un líquido amarillo que actúa como “el jabón en un cuerpo sucio”, explica.
“Es como cuando uno está mugroso y se da un baño. Así funciona lo que les estoy haciendo a las tablas ahorita”.
¿Cuál es el proceso para construir estas piezas artesanales?
El proceso inicia comprando una plancha de madera de dos metros, que luego marca, corta, redondea los filos, perfora en uno de sus extremos y finalmente lija.

“En un día entero no logramos hacer todo esto. Es un proceso que toma tiempo. Además, hay que dejar secar la madera. Una vez que está completamente seca, ni un tornillo puede clavar en la tabla”, asegura.
Los precios de las tablas llegan a 3 dólares en el caso de las más grandes, en cambio las pequeñas suelen ofrecerse a 1,50 dólares, mientras que otras herramientas útiles en la cocina oscilan ente los 3 y 10 dólares.
En su ‘stock’ tienen molinillos (pequeño instrumento para moler), bandejas, cucharetas para mover fritada y colada morada, martillos para cangrejos y alcancías con forma de casas. “Todo se vende al por mayor y por unidad. Lo importante es que no se desperdicia nada”, recalca entre risas.
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