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Guayaquil

En este lugar, entre los matorrales, apareció el cadáver de Silvia Inga.Christian Vinueza y cortesía

La historia de la taxista secuestrada y asesinada en Guayaquil: confesaron el crimen

Sus verdugos habrían confesado el crimen y señalado el lugar donde la abandonaron. Entre los detenidos figura un menor de edad

La última vez que Silvia Leonor Inga Bermúdez fue vista con vida fue a las 17:00 del domingo 14 de septiembre. Esa noche, la mujer de 41 años no regresó a su casa. Sus hijos, preocupados, al día siguiente se comunicaron con familiares para alertar sobre su desaparición.

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La búsqueda comenzó el lunes 15 de septiembre, cuando sus allegados acudieron a la Fiscalía del Guayas para denunciar oficialmente el hecho. Desde entonces, agentes de la Unidad de Desaparecidos de la Policía iniciaron las indagaciones para ubicar tanto a Silvia como a su vehículo, con el que se ganaba la vida como taxista informal.

Cerca de la medianoche del martes 16, un vehículo con las mismas placas del carro de Silvia fue detectado en actitud sospechosa a la altura del túnel de Flor de Bastión, en el norte de Guayaquil. Tras una persecución, la policía logró detenerlo en la avenida Chucho Benítez. Al volante se encontraba Pedro Palacios Gómez, quien fue aprehendido de inmediato.

“Era el mismo vehículo reportado, cuya propietaria constaba como desaparecida. Al verificar en la página de la Fiscalía Noticias del Delito, se confirmó que la placa GQQ-666 mantenía una denuncia por desaparición involuntaria”, informó un oficial del distrito Nueva Prosperina.

2.300 asesinatos se han registrado en la Zona 8 desde el 1 de enero hasta ayer.

Admitieron secuestro y asesinato

Durante las primeras diligencias, Palacios Gómez admitió haber participado en la desaparición de Silvia, aunque aseguró que no actuó solo. Señaló que en Bastión Popular, en un domicilio de dos pisos, se encontraba la persona que lo acompañó en el delito. 

Con esta información, los agentes intervinieron el inmueble y hallaron a un adolescente de 17 años, quien al notar la presencia policial intentó deshacerse de un teléfono arrojándolo por la ventana. En el registro también se encontraron varias fundas con droga.

Al ser interrogados sobre el paradero de Silvia, los detenidos habrían confesado: “Le pegué dos tiros y la dejé botada”

Tanto el adulto como el menor reconocieron su participación en el secuestro y asesinato de la mujer, aunque sus versiones fueron contradictorias: inicialmente el adulto aseguró haber disparado, pero luego señaló al menor como el autor directo del crimen.

Ellos son los detenidos por el secuestro y muerte de taxista informal en Guayaquil.Cortesia

La mañana del miércoles 17 de septiembre, Silvia fue hallada sin vida entre los matorrales de una vía que conduce al Jardín Botánico, en el norte de Guayaquil. El cuerpo estaba atado de manos y presentaba huellas de violencia, aparentemente por impactos de bala.

Un familiar contó que Silvia residía en una urbanización del cantón Daule junto a sus dos hijos, de 15 y 12 años. “Su carro era el principal sustento económico del hogar, ya que lo utilizaba para trabajar como taxista informal”, declaró. (AEB)

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