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Guayaquil

Ciudadanos se reúnen al pie del manglar para concretar posibles encuentros sexuales.Carlos Klinger / EXTRA

El Salado, un paraíso para los citas rápidas: ¿y la falta de mantenimiento?

Entre bancas dañadas y luces apagadas, hombres aprovechan oscuridad para ‘pegarse unos rapiditos’. Visitantes piden control y mantenimiento del parque

Hombres escudados en la penumbra de la noche, sentados con una banca de separación entre ellos para disimular sus intenciones de encontrar una pareja para un ‘cuerpeo’ relámpago, sin compromisos y al aire libre. Esta es la escena que se repite cada noche en un tramo del parque lineal del malecón del Salado, ubicado en la avenida Carlos Julio Arosemena, al norte de Guayaquil.

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Este espacio de la urbe ha sido tomado por los ‘cachondos’, que luego de encontrar a alguien que corresponda sus deseos, se adentran en las ramificaciones del manglar o se esconden en puntos ciegos de los atracaderos para dar rienda suelta a su libido.

Es un sector del parque que se encuentra en decadencia, con las bancas dañadas, los pisos huequeados y en penumbras por tener sus luminarias dañadas. Ese es el punto donde todo ‘man’ que pasa, esté o no buscando una pareja momentánea, es seguido con la mirada y recibe tímidos saludos de otros hombres, a ver si pesca ‘el anzuelo’.

¿Qué opina la ciudadanía de los encuentros sexuales en el parque lineal de la avenida Carlos Julio Arosemena?

El parque tiene pisos dañados y luminarias dañadas.Carlos Klinger / EXTRA

“Uno tiene que caminar viendo hacia el frente, que ni se te ocurra desviar la mirada, porque enseguida te empiezan a decir cosas. Al menos a mí no me genera temor, no se ven como personas peligrosas, pero sí es incómodo”, expresó Mateo Santana, alumno universitario que debe atravesar este espacio cada noche para tomar el bus que lo lleva a su casa.

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“Yo no tengo nada en contra de la gente de la población LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales), pero esto es un parque, se supone que debe ser un espacio sano para el esparcimiento de los niños. Eso (el sexo) no puede pasar a menos de treinta metros de los juegos infantiles”, opinó Karla Cedeño, quien la noche del domingo 19 de octubre había llevado a sus dos hijos para que se diviertan y se topó con estas escenas ‘lámpara’.

Mobiliario y ornamentación destruida

Y aunque el encuentro de las parejas furtivas ocurre en una pequeña sección del jardín, es notorio en toda su extensión el deterioro del mobiliario, las camineras y la ornamentación. Por ejemplo, hay puentes en los que los pisos de madera se han podrido y dejaron en su lugar hondos huecos, que en las tinieblas no se distinguen.

Las piletas también están inservibles: en vez de estar llenas de agua y lanzar chorros, tienen tierra y azulejos rotos en su interior. Lo mismo ocurre con varios juegos infantiles: les faltan piezas, tienen partes de sus estructuras rotas y ya no funcionan.

El pasado miércoles 22 de octubre, EXTRA consultó al Municipio de Guayaquil si estaba planificado algún trabajo de regeneración en el sitio. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se recibió respuesta a la solicitud.

Las camineras están destruidas, poniendo en peligro la seguridad de los peatones.Carlos Klinger / EXTRA

¿Cuál es la sanción para las personas que practican actividades sexuales en público?

El abogado Carlos Cotto, experto en derecho penal, explicó que la legislación ecuatoriana no contempla sanción para aquellas personas que practiquen actividades sexuales en público.

Hasta 2014 existía la figura de “ofensa al pudor público”, la cual se castigaba con pena privativa de libertad de uno a tres años; pero esta fue eliminada del Código Orgánico Integral Penal (COIP) mediante una reforma legal.

LeyesEn Ecuador, las relaciones sexuales en espacios públicos no están penadas, aunque en algunos cantones existen ordenanzas que imponen sanciones económicas a quienes falten al pudor.

“Es posible que se haya quitado porque se prestaba para interpretaciones subjetivas, que podían permitir la criminalización de ciertas acciones”, explicó el jurista, que puso como ejemplo la persecución de minorías sexuales por expresiones públicas de amor, o de trabajadoras sexuales.

En el caso de las municipalidades, estas tienen la potestad de crear sus propias ordenanzas, con las cuales pueden imponer sanciones a estas conductas, aunque únicamente de tipo monetario, sin poder ordenar, bajo ninguna circunstancia, la detención de las personas involucradas. Guayaquil no cuenta con una ordenanza de este tipo.

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