La controvertida ‘Rodada del Terror’ que la Policía Nacional, Fuerzas Armadas y Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) trataron de evitar la noche del viernes a punta de operativos, se terminó realizando de todas formas y nada pudieron hacer para evitarla.

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El evento clandestino se había publicitado en redes sociales días antes y estaba previsto a partir de las 22:00, pero no contaba con permisos y por esto las autoridades lanzaron una operación en varios puntos claves de la ciudad, con el fin de frenarlo.

Desde las 19:00, cientos de uniformados, tanquetas, patrullas y grúas se instalaron en el Cementerio General, malecón Simón Bolívar, avenida Barcelona, avenida Pedro Menéndez Gilbert, parque Samanes y otros puntos de reunión frecuentes de los motociclistas, a fin de cortarles el paso.

¿Cuál fue el resultado del operativo de seguridad por Halloween?

“Estamos en emergencia y han anunciado esta corrida del terror. Se les ha dicho a estas personas que estábamos prestos a atender cualquier solicitud, conocer su plan de contingencia y coordinar la mejor forma de realizarla si pedían permiso, pero no lo hicieron”, expresó Humberto Plaza, gobernador del Guayas, quien enfatizó que no se permitiría acciones al margen de la ley.

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Sin embargo, aunque en total fueron retenidos 95 vehículos, entre motocicletas y automóviles, y se emitieron 104 citaciones por contravenciones como matrículas o licencias ‘caídas’, circular sin casco, transitar dos hombres a bordo de una motocicleta y tapar o no llevar placas, esto no impidió que miles de motocicletas se tomaran el centro de la urbe.

Cerca de la medianoche, los motorizados empezaron a llegar a la avenida 9 de Octubre desde distintos puntos y en pocos minutos ya superaban los mil vehículos. Ante la inmensa cantidad de ciudadanos, a los policías y militares solo les quedó observar.

¿Qué opinan los ciudadanos de las rodadas motorizadas masivas?

“Una vez más queda demostrado que no hay el más mínimo respeto por la autoridad. No solo que salieron a rodar, sino que lo hacen burlándose de los policías”, opinó Cinthia Zúñiga, quien ante el miedo de ser asaltada, ingresó a un negocio a esperar que la caravana se alejara del malecón.

Armando Rosado, otro ciudadano que salió al centro para pasear con su hija de ocho años de edad, también expresó su indignación. “Cómo es posible que les prohíban y cuando les desobedecen no hacen nada. Si no pueden con unos motorizados, cómo creen que van a poder con las bandas criminales. Estamos en indefensión”, sentenció.

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