El hombre secuestrado la madrugada de este martes 9 de diciembre en una vivienda de la urbanización Colinas de los Ceibos, en el norte de Guayaquil, había sido dado de baja de las Fuerzas Armadas por el cometimiento de una “falta atentatoria”, según consta en un documento al que este Diario tuvo acceso.

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El secuestrado, de 43 años, perteneció a la rama de las Fuerzas Armadas encargada de la defensa marítima y fluvial, la Fuerza Naval, donde alcanzó el grado de sargento primero.

“Registra datos como (ser) exsargento de la Fuerza Naval, dado de baja por el cometimiento de una falta atentatoria, según los registros del Archivo de Personal del Ministerio de Defensa Nacional. Esto significa que fue separado por una falta muy grave. Existen faltas leves, graves y atentatorias. Estas últimas constituyen infracciones extremadamente graves”, explicó una fuente militar.

Otra fuente castrense reveló que el exsargento laboró en el área de inteligencia naval y que en el 2015, junto a otros miembros de las Fuerzas Armadas y personal civil, fue aprehendido por la contaminación de contenedores con droga.

De acuerdo con un documento judicial al que este Diario tuvo acceso, el secuestrado y otras 18 personas fueron procesados por su participación en la contaminación de varios contenedores que salían desde Ecuador con destino a México, Francia y Bélgica, cargados con estupefacientes.

Los contenedores salieron en varios buques y, según el expediente, se pidió autorización judicial para el seguimiento del grupo estructurado. “En esas operaciones se logró incautar varios cargamentos de droga”.

Tres procesos judiciales por delincuencia organizada

En la página de la Función Judicial, el hombre, quien hasta el cierre de esta edición continuaba sin ser localizado, registra tres procesos judiciales por delincuencia organizada, dos en 2015 y uno en 2016.

La madrugada del secuestro, sujetos armados y vestidos con uniformes de las Fuerzas Armadas y de la Policía llegaron en tres camionetas con balizas, sometieron a los guardias de la urbanización y se dirigieron a la casa donde estaba su objetivo. Colocaron una escalera y sábanas para sortear el cerco eléctrico, ingresaron a la vivienda y se llevaron al exsargento.

Una fuente policial indicó que el secuestrado vivía con un hermano y que la casa no estaba acondicionada para ser habitada, pues no tenía enseres. “Parece que la utilizaban para reuniones. Moradores indican que llegaban diferentes vehículos”, declaró el oficial. (AEB)

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