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Lunes Sexy: Halloween para pecar... y que te descubran
Los looks más calientes llegan para romper las reglas. La tendencia incluye prendas lenceras como parte del disfraz.
Olvídate del miedo, este Halloween los disfraces no están hechos para asustar... sino para provocar. Es la época perfecta para dejar salir tu lado más travieso, esa mezcla entre misterio y deseo que solo se entiende cuando se apagan las luces. En lugar de cubrirte con capas o máscaras monstruosas, este año se trata de mostrarte sexy. Y sí, los nuevos looks vienen con un bonus irresistible: piezas de lencería integradas, desde ligueros que suben la temperatura hasta corsets que gritan tentación.
Porque, seamos honestas, los personajes que en las películas nos dan terror, acá te harán gritar… pero de placer. Hay una monja que no reza, un payaso IT en versión femenina que juega con globos y con fuego, y la eterna conejita de Playboy que nunca pasa de moda, solo se actualiza con encaje y transparencias. Cada uno tiene su encanto, su dosis de perversión y ese toque que deja al crush, novio o esposo sin palabras… o sin aire.
Es tiempo de planear el outfit no solo para la fiesta, sino también para el after party. Toma nota de los diseños que puedes lucir para decir ¿dulce o truco?
Disfraces para provocar
Lo que empieza con una mirada sobre el disfraz, puede terminar desarmando capa por capa hasta llegar al verdadero espectáculo. Los nuevos diseños no solo son atrevidos, sino también estratégicos: se pueden adaptar con medias de red, guantes de encaje o chokers que dicen más que cualquier hechizo.

Y si eres de las que no quiere renunciar al toque “terrorífico”, un buen maquillaje puede equilibrar el juego: un delineado sangriento o labios oscuros bastan para mantener la vibra de Halloween sin matar el deseo. Pero si prefieres apostar por el sex appeal puro, deja que el misterio esté en lo que se intuye, no en lo que se cubre.


Así que, prepárate: este Halloween no se trata de dar miedo, sino de dejar sin aliento. Porque el disfraz puede ser de monja, de demonio o de muñeca diabólica… pero lo que realmente importa es la actitud. Y si hay algo que el placer tiene en común con el terror, es que ambos se disfrutan más cuando se cierran los ojos.

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