En el auditorio del Municipio de Penipe, en la provincia de Chimborazo, se levantó la capilla ardiente para velar el cuerpo de Rommel Estalyn Chunata Martínez, policía asesinado en uno de los atentados criminales, en el suroeste de Guayaquil.

El féretro con los restos del agente, cubierto por la bandera del Ecuador y escoltado por un patrullero, fue trasladado a la capital chimboracense cerca de la una de la mañana del miércoles 2 de noviembre de 2022,  e inmediatamente fue trasladado hasta el cantón Penipe, de donde era oriundo Chunata.

Hasta el sitio acudieron familiares, amigos de la víctima. También llegaron compañeros policías, quienes consternados realizaron la guardia de honor.

“¡Qué tristeza tan grande! Sentimos una mezcla de impotencia, indignación, coraje y rabia, hoy hemos perdido un gran joven amigo y coterráneo, que quiso dedicar su vida a servir y defender a los ciudadanos y termina siendo víctima de los delincuentes, ¿hasta cuándo?… Descansa héroe”, manifestó Lenin Merino, dirigente barrial de Penipe.

Rommel Chunata tenía 26 años y apenas hace seis meses se graduó de la Escuela de Policía. El agentes  prestaba servicio en Guayaquil, en la Unidad  de Policía Comunitaria de las calles 18 y  Brasil.

La madrugada del 1 de noviembre de 2022, Chunata junto con el cabo Félix Contreras acudieron en un patrullero a verificar dónde realizaron unas detonaciones; entonces fueron emboscados y les dispararon. Acabaron con sus vidas en el atentado.