Desde el mediodía del domingo 26 de febrero de 2023, la preocupación y el temor ganaron terreno en la cooperativa Vencer y Morir, en la Isla Trinitaria. En esa populosa zona del sur de Guayaquil un hombre habría retenido a sus hijos, amenazando con explotar la casa si su mujer no volvía. ¡Tremendo relajo!

La tensión se mantuvo por unas cinco horas, pues alrededor de las 17:00 agentes policiales entraron a la fuerza a la vivienda para rescatar a los pequeños: una niña de 11 meses y un niño de cuatro años.

“Comenzaron (los uniformados) a realizar los acercamientos con la persona que se encontraba en el interior del inmueble, quien no accedió a la entrega voluntaria de los menores”, detalló el coronel Fabary Montalvo, jefe policial subrogante de la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón). Entonces fue que ingresaron tumbando el ‘quiosco’.

El sujeto fue detenido por lo sucedido. Hasta el cierre de esta nota periodística aún no se le realizaba la audiencia de formulación de cargos.

Este lunes por la mañana, el padre del ciudadano, quien también habita en ese domicilio, indicó que su hijo tuvo una pelea con su cónyuge y ella se marchó. Por tal razón luego no la habría querido dejar entrar.

“Ya no es primera vez. El otro día la chica, según dijo, la había secuestrado, pero temprano salía a comprar el desayuno, luego el almuerzo. ¿Qué forma de secuestro es esa?”, comentó el hombre.

Añadió que el 9 de febrero, ella denunció a su retoño por otro pleito familiar, pero él salió en libertad a los dos días.

Aunque refirió estar preocupado por sus nietos, también mencionó que no sabía qué ocurrió después con su hijo, si seguía o no detenido, pues prefiere alejarse de los ‘pitos’ entre él y su pareja.

Dos vecinas conversaron que el capturado, de 24 años, y su ‘ñora’ tuvieron discusiones antes. Sin embargo, nunca había pasado algo tan alarmante como lo del domingo.

“Me sorprendió que una persona tenga amenazados a sus propios hijos, queriendo hacerles daño”, dijo una moradora.

POSIBLE PERFIL PSICOLÓGICO

Patrones comportamentales y personológicos disparan este tipo de conductas, comentó la psicóloga clínica Claudia Barahona, quien analizó las posibles causas que pudieron provocar esa conducta del sujeto.

“Tenemos a un manipulador en potencia; narcisista puro, pues solo la quiere a ella y no le importa el escenario traumatizante que creó. Es probable una celopatía, también podría ser un sádico masoquista que infringe dolor y se goza de ello”, dijo.

En su criterio, podría influir en él una falta de afecto en su niñez. Por eso ahora podría buscar como sea que no lo abandonen.

Respecto a los niños, ellos podrían tener efectos postraumáticos, como pesadillas o espasmos.

Sobre la madre opinó que podría ser manipulable y tener una codependencia con el detenido. Pero huyó por desesperación, angustia y en un acto de supervivencia, aunque el caso pudo terminar en un femicidio y suicidio.