Hace menos de dos meses Andrés Franco Castro, de 32 años, había comprado la motocicleta que le permitía conseguir el sustento para su hogar: una Shineray, con un cilindraje de 150 centímetros cúbicos.

Con esta se había asociado a un grupo de motociclistas que se reúne en la quinta etapa de la ciudadela El Recreo, del cantón Durán, en Guayas, para hacer fletes a personas que necesitan movilizarse entre las cooperativas de vivienda cercanas, porque no a todas llegan buses o quieren ingresar los taxistas, comenta Silvino Reyes, un colega de Franco.

El compañero lamenta que sus labores se han tornado complicadas, a causa de la delincuencia, pues en este año cuatro ‘panas’ ya habrían sido víctimas de los robamotos, pero lo más doloroso -sostiene- es que uno de ellos fue asesinado a tiros. El perjudicado fue Andrés Franco.

Aproximadamente a las 08:30 del miércoles 12 de octubre de 2022, un individuo se habría acercado a él para pedirle que lo llevara hacia el sector Elsa Bucaram, a pocos minutos del lugar en el que hacía base.

Como era costumbre, Franco se colocó el casco, encendió la moto y después de que se embarcó el pasajero, salió. Esa fue la última vez que sus amigos lo vieron con vida, pues al llegar a la cooperativa 1 de Mayo, el individuo habría hecho que se desviara hasta un sitio poco poblado, junto a un terreno baldío.

Ahí, supuestamente con un compinche, dejaron sin vehículo al joven mototaxista, pero no fue lo único que le arrebataron, también lo hicieron con su vida, al dispararle.

El hombre se desplomó y pereció en el lugar, antes de que algún lugareño pudiera ayudarlo. Pocos minutos después, arribaron agentes de la Policía Nacional y compañeros de la víctima. Estos últimos eran alrededor de 30, cada uno en una motocicleta.

Desconsolados, empezaron a averiguar por dónde habían escapado los criminales y así llegaron hasta el sitio donde habían escondido el vehículo de la víctima. También había agentes de Delitos Contra la Vida (Dinased).

La presencia de los investigadores oficiales no detuvo a los amigos del fallecido. Ellos querían seguir indagando y buscar a los asesinos. Por eso, ingresaron a diferentes terrenos, buscaron entre matorrales y no se detuvieron ante las altas paredes que protegían algunos terrenos.

Querían sacarse la ‘pica’ de hallar a los criminales, porque para ellos estaban cerca. No obstante, no fueron localizados.

OTROS CASOS

Dos muertos y dos heridos en Guayaquil

Entre la tarde y noche del martes 11 de octubre se registraron dos ataques violentos en Guayaquil. El primero fue en una oficina de la calle Cedros, de Urdesa, en el norte de la ciudad. Ahí, falleció a tiros Dalton Israel Solís Delgado, quien registraba cinco detenciones, la última por narcotráfico.

El segundo suceso fue en el bloque 6 de Flor de Bastión, en el noroeste porteño. En el lugar fue asesinado a balazos David Eduardo Calderón Quirumbay. Él registraba dos investigaciones por tráfico de drogas. Durante el ataque hubo dos víctimas colaterales, quienes sobrevivieron.