Brazos por aquí, piernas por acá, cabezas por allá. En menos de una semana, Esmeraldas se ha convertido en una ‘carnicería humana’ tras el hallazgo de restos en distintos sectores de la urbe. Esta práctica es usada en México hace más de 15 años por los carteles de narcos para amenazar a sus rivales o ganar territorio.

Cortan cabezas usando cuchillos y machetes o descuartizan los cuerpos de la forma más sanguinaria con motosierras y los abandonan en territorios enemigos como un mensaje a la banda contraria. Eso estaría ocurriendo en Esmeraldas, a criterio del experto en seguridad Mario Pazmiño.

“Las bandas criminales están mandando un mensaje claro a otras organizaciones delictivas en el que dicen que en ese territorio existe una megabanda delictiva o un cartel está operando en ese sector y cualquier persona u organización que intente ingresar en esa zona será ajusticiado”, explica.

Dos de estos hallazgos ocurrieron en el Valle de San Rafael, en el sur de Esmeraldas, zona de dominio del grupo organizado Los Gánsters, quienes se encuentran en una guerra abierta con Los Tiguerones por territorio para la comercialización de droga al menudeo. Esa sería, según una fuente policial, la causa por la que se han hallado partes desmembradas en los últimos días en la capital de la provincia.

PIERNAS  Y CABEZA

La mañana de este sábado 11 de marzo de 2023, un motociclista que pasaba por la entrada al barrio San Jorge, a eso de las 06:15, reportó al ECU 911 que una funda celeste con restos de sangre estaba en la vereda, al pie de una distribuidora de carne.

“La funda estaba solita y a simple vista se veían piernas humanas”, recuerda el hombre.

Cuando la policía llegó y abrió la funda, confirmó que dentro de la bolsa había dos piernas, al parecer, de un hombre de tez negra. Terrorífico.

Minutos después, la alerta se trasladó al otro lado de la calle. Al pie de una panadería, ubicada en la Y de Vuelta Larga, había otra bolsa plástica con manchas de sangre. En ella encontraron dos brazos.

El procedimiento de los agentes de Criminalística recién empezaba cuando una nueva alerta se registró en el sector conocido como Las 50 Casas, a poco menos de un kilómetro de los primeros hallazgos. Moradores denunciaron la presencia de una funda celeste. En el interior había la cabeza de una persona de sexo masculino y tez negro.

Dentro de la boca, la víctima tenía trapos que habían sido utilizados para impedir que hablara o gritara. En la frente había una herida.

La Policía levantó los restos y los llevó al Centro de Medicina Forense, a la espera de encontrar las otras partes. Hasta el cierre de esta edición no se conocía la identidad de la víctima.

PROCESO PARA IDENTIFICAR RESTOS

El primer paso inicia con las huellas dactilares (si es que hubiese esa parte del cuerpo). Luego de una identificación visual con las características, el equipo de antropología forense, procuran cotejar características con entrevistas a los familiares.

Asimismo, cuando es necesario toman muestras biológicas de los cadáveres, esto lo realiza el equipo de genética forense. Esto puede tardar entre 45 y 50 días.

Todo lo anterior se puede realizar siempre y cuando exista denuncia de un familiar, de este modo, se puede realizar un cotejamiento. Sin eso solo se puede elaborar una ficha antropológica. (LCh)