La sangre empezó a diluirse lentamente con las gotas de lluvia que caían en la tarde de este 21 de marzo, en Huancavilca entre la 21 y la 22, en Guayaquil. En la escena no había silencio: en una tienda, vendedores intentaban conseguir ganancias con sus gelatinas. La mujer que atendía accedió, mientras veía el cadáver tapado con una sábana blanca teñida de rojo.

La sábana le quedaba pequeña al cuerpo. Sus extremidades salían de él, ya con un tono pálido. Al parecer, Emerson J., conocido en el sector como ‘La Chamba’, se encontraba a las afueras de una casa sentado en un sillón con cuatro conocidos.

En el lugar estaban compartiendo, según moradores, cuando sobre las 14:40 llegó un vehículo color gris, del cual se bajó uno de los sicarios y accionó su arma en siete ocasiones.

Cuando la víctima iba huir hacia dentro del inmueble, al parecer se habría resbalado y fue ahí cuando los agresores terminaron con su vida.

Cinco de los impactos fueron en el rostro y los otros dos en la pierna derecha. Por si parte, el mayor Rubén Acuña, jefe de control del distrito Portete, señaló que la víctima estaba sola cuando fue atacada.

‘La Chamba’, de 22 años, no era tampoco del sector. Sin embargo, sí era conocido por frecuentar este sitio, donde solía reunirse con conocidos.

La víctima no registraba antecedentes penales y, según el mayor Acuña, tampoco habría sido amenazado.

Al final, justo cuando Medicina Legal se llevaba el cuerpo, los familiares llegaron a la escena y les mostraron una foto de la víctima para reconocerlo. Como un golpe en el pecho, una de las mujeres empezó a llorar desconsoladamente. Ya no había nada que hacer.