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Judicial
Guayaquil: por necios, ciudadanos fueron baleados en el Guasmo
Sujetos llegaron a tirotear a un grupo de ciudadanos que ingerían licor. Antes del ataque, policías les habían pedido que se ‘guarden’ en ‘caleta’.
Si un grupo de ciudadanos hubiera hecho caso a la sugerencia que le hicieron agentes policiales, quizá habrían evitado una tragedia que provocó el asesinato de un hombre y que cinco personas más resultaran heridas de bala.
El violento momento en que fueron atacados a tiros ocurrió la noche del lunes 2 de diciembre, a eso de las 20:00, poco antes de que culmine el feriado por Año Nuevo. El escenario de la balacera fue la cooperativa 1 de Mayo, en el Guasmo Norte.
El suceso fue contra una ‘gallada’ de amigos que ingerían bebidas alcohólicas en una vereda de la zona. “Una hora antes, un grupo (policial) motorizado se encargaba del retiro de libadores que se encontraban aquí”, manifestó el coronel Washington Castillo, del distrito Sur.
“No maten a mi papito, por favor”, gritaban dos niños mientras asesinaban a su padre
En ese rato estaban tres personas bebiendo, mencionó. Sin embargo, al parecer después los presentes desobedecieron el pedido de los gendarmes, resultando ‘blanco’ fácil para los implicados en el tiroteo.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, los gatilleros se movilizaban en una camioneta negra y en otro carro. Los ocupantes de ambos vehículos bajaron armados y dispararon contra quienes estaban en el sitio.
“Bajan aparentemente con armas de grueso calibre e impactan a seis individuos que se encontraban libando al exterior de un inmueble”, indicó Castillo. Posteriormente, uno de los afectados falleció, mientras que los demás quedaron heridos, pero “se encontraban estables”, añadió.
Ese mismo lunes, siete personas fueron detenidas por su presunta implicación en otros casos de asesinatos.
Este miércoles 3 de enero de 2023 por la mañana, quienes habitan en esa cooperativa no quisieron hablar sobre lo sucedido, por temor a represalias. Algunos limpiaron el punto donde se produjo el suceso y luego volvieron a sus casas.
A pesar de la minga de los moradores, en la calzada quedaron una silla plástica (con una pata rota) y un banco que fueron usados por quienes ‘alzaban el codo’ aquella noche fatal. Debajo de esos asientos habían quedado residuos de sangre que fueron limpiados.
Otro detalle que se pudo observar fue que en un domicilio había tres orificios en una puerta, como evidencia de la crudeza con la que se cometió el atentado con armas.
Al momento las autoridades indagan las posibles causas de este hecho, que ‘fregó’ el último día de asueto por la bienvenida al 2023 en esa cooperativa del sureste de la urbe porteña.
