Geovanny Peralta solamente quiso defender a su hija de un robo. Un pillo, que se trasladaba en una camioneta blanca, de doble cabina, la sorprendió cerca de las 22:30 del domingo 26 de marzo.

Ella, su padre y una mujer estaban en las calles México y Colombia, en la parroquia San Camilo, centro de Quevedo, provincia de Los Ríos.

Un vecino afirmó que Peralta salió en defensa de la menor de edad y utilizó gas pimienta para ahuyentar al sujeto que se le llevó el celular. Prácticamente, el progenitor lo ‘correteó’, bordeando una parte del vehículo, y es allí cuando el antisocial le ‘pegó’ tres tiros.

La víctima murió de contado, su cuerpo quedó boca abajo, sobre la calzada. Las mujeres, asustadas, se escondieron detrás de un pilar de la edificación.

La hija de Peralta manifestó a los gendarmes que estaban afuera de la vivienda conversando, que ya iban a descansar y en ese instante aparecieron los cuatro delincuentes. El mortal ataque quedó registrado en la cámara de seguridad del sector.