La herencia de Rob Reiner en suspenso tras el asesinato que sacude a su familia
La llamada “ley del asesino” en California podría excluir al hijo, Nick Reiner, de la herencia si se comprueba su responsabilidad en el crimen
El reconocido director Rob Reiner junto a su esposa Michele Singer, quien también colaboró en varios de sus proyectos
La conmoción en Hollywood por la muerte de Rob Reiner y su esposa, Michele Singer Reiner, no solo ha estado marcada por el misterio que rodea al caso, sino también por las consecuencias legales y patrimoniales que podrían derivarse del proceso judicial en curso.
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Con uno de los hijos del cineasta señalado como principal sospechoso del doble homicidio, el destino de una de las grandes fortunas de la industria cinematográfica estadounidense es una incógnita.
Más allá del impacto emocional, el foco se ha trasladado a la aplicación de la legislación de California en materia de herencias. El abogado especializado en sucesiones Sean Weissbart explicó a la revista People que la denominada “ley del asesino” impide que una persona que haya causado la muerte de manera intencional y criminal pueda beneficiarse del patrimonio de su víctima o administrar sus bienes.
En términos prácticos, esto significa que, si Nick Reiner fuera condenado, o incluso declarado responsable en un proceso civilm, perdería automáticamente cualquier derecho hereditario.
De concretarse ese escenario, los activos del director se repartirían entre los herederos restantes, salvo que exista una instrucción diferente en un testamento o fideicomiso.
Rob Reiner y Michele Singer Reiner tuvieron tres hijos en común: Jake (34), Nick (32) y Romy (28). Además, el cineasta era padre de Tracy (61), hija adoptiva de su matrimonio anterior con Penny Marshall, quien también podría figurar entre los beneficiarios, dependiendo de la planificación sucesoria establecida.
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El patrimonio que queda en juego es considerable. De acuerdo con estimaciones recogidas por Marca y el Daily Mail, la fortuna de Reiner rondaría los 200 millones de dólares. Esa cifra no solo proviene de su prolífica carrera en Hollywood -primero como actor y luego como director, guionista y productor-, sino también de litigios millonarios ganados a lo largo de los años y de inversiones inmobiliarias estratégicas que incrementaron notablemente su riqueza.
Nick Reiner, acusado del asesinato de sus padres había sido diagnosticado con esquizofrenia y estaba en tratamiento cuando ocurrió la tragedia.
Aunque muchos lo recuerdan por su papel de Michael ‘Meathead’ Stivic en la icónica serie ‘Todo en la familia’, que le valió dos premios Emmy en la década de 1970, el verdadero crecimiento económico llegó cuando decidió ponerse detrás de la cámara.
Desde allí consolidó una filmografía exitosa que lo posicionó como uno de los nombres más influyentes del cine estadounidense durante más de cinco décadas.
Sin embargo, no toda la fortuna estaría destinada a su familia. Fuentes cercanas citadas por el Daily Mail aseguran que el director había manifestado durante años su intención de donar una parte importante de su patrimonio a causas sociales.
