El régimen de Venezuela confirmó el domingo 7 de diciembre la muerte de Alfredo Javier Díaz, dirigente opositor y exgobernador del estado Nueva Esparta, a los 56 años. Díaz permanecía detenido desde noviembre de 2024, tras ser acusado de “terrorismo” e “instigación al odio” en el contexto de la crisis poselectoral generada por las controvertidas elecciones de julio de 2024. 

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Según el Ministerio para el Servicio Penitenciario, Díaz murió el sábado 6 de diciembre de 2025 a las 06:33 horas, luego de mostrar síntomas compatibles con un infarto. Fue llevado al Hospital Clínico Universitario, donde falleció pocos minutos después a pesar de los esfuerzos médicos. La institución aseguró que Díaz contaba con plena garantía de sus derechos y asistencia legal durante su proceso.

Contexto político y condenas internacionales

El fallecimiento de Díaz desató una ola de críticas internacionales. Washington calificó al régimen de Maduro como “vil” y responsabilizó directamente a la administración venezolana por su muerte. La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado destacó que la detención arbitraria de Alfredo Díaz en El Helicoide, principal centro del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), constituye otro recordatorio de la vil naturaleza del régimen criminal de Maduro

La oposición afirma que Díaz representa al menos el séptimo preso político fallecido en custodia estatal desde los comicios de julio de 2024. María Corina Machado y Edmundo González Urrutia denunciaron que el sistema penitenciario impone condiciones inhumanas, aislamiento, torturas y falta de atención médica, siendo un instrumento para “perseguir, castigar y quebrar a quienes piensan distinto”.

Trayectoria política y contexto de su detención

Alfredo Díaz ejerció como gobernador de Nueva Esparta entre 2017 y 2021 y fue alcalde de Porlamar en dos ocasiones. Militante del partido Acción Democrática, se destacó como uno de los dirigentes más populares de la Isla de Margarita. 

El dirigente opositor fue detenido poco antes de la toma de posesión de Maduro, luego de cuestionar los resultados electorales y solicitar la divulgación de los comprobantes de votación.

Su arresto se produjo en medio de una escalada represiva que buscaba desincentivar a la disidencia política. Durante su detención, Díaz permaneció incomunicado en gran medida, con acceso limitado a visitas familiares y asistencia médica restringida, situación que, según la oposición y ONGs, contribuyó a su fallecimiento.

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