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Operativo de EE.UU. en el Pacífico deja cuatro presuntos narcos abatidos
La intervención en aguas internacionales forma parte de la campaña para frenar rutas clave del narcotráfico hacia Norteamérica
El Comando Sur informó el jueves 5 de diciembre que fuerzas de EE.UU. destruyeron una lancha vinculada al tráfico de droga en el Pacífico Oriental. La operación, realizada en aguas internacionales, dejó cuatro muertos. La inteligencia confirmó que la embarcación llevaba narcóticos y navegaba por una ruta conocida del narcotráfico.
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En un comunicado difundido en X, el Comando Sur indicó que “cuatro narcoterroristas murieron a bordo de la embarcación”. La publicación incluyó un video de 21 segundos que muestra la lancha avanzando a gran velocidad antes de ser impactada por una explosión que la envuelve en fuego. El operativo forma parte de la Operación Lanza del Sur, iniciativa del Pentágono para enfrentar el narcotráfico en el Caribe y el Pacífico.
La orden de ataque y la estrategia regional
El Comando Sur detalló que la orden de esta operación fue emitida por el secretario de Defensa, Pete Hegseth. Washington ha intensificado las acciones desde septiembre, ampliando bombardeos contra embarcaciones sospechosas en rutas marítimas estratégicas. Estos operativos forman parte de un esfuerzo regional que combina vigilancia aérea, control naval y recopilación de inteligencia junto a países de Sudamérica y Centroamérica.
Las autoridades estadounidenses sostienen que estas acciones se ajustan al derecho internacional y buscan neutralizar amenazas directas a la seguridad de la región. Según datos oficiales, la ofensiva suma ya más de 85 muertos, todos vinculados a organizaciones catalogadas previamente como terroristas.
Polémica por ataques previos y presión política en Washington

El operativo se ejecuta en un ambiente político convulso para el Pentágono. La institución aún enfrenta duros cuestionamientos por un suceso del 2 de septiembre, cuando militares estadounidenses abrieron fuego contra una embarcación ya inutilizada y mataron a dos sobrevivientes. Ese episodio, analizado en sesiones privadas, ha sido descrito por algunos legisladores demócratas como un potencial crimen de guerra.
Durante una comparecencia ante el Congreso, el almirante Frank “Mitch” Bradley exhibió el material visual del suceso, reabriendo la discusión sobre si las decisiones adoptadas en el Caribe se ajustaron al derecho internacional. Para los republicanos, fue un “ataque legal”; para críticos demócratas, las imágenes muestran a militares abriendo fuego contra “marinos naufragados”. Desde la Casa Blanca se ha reconocido que se produjeron ataques adicionales durante ese episodio.
La postura de la administración Trump y la expansión de la ofensiva
El mandatario estadounidense ha enfatizado la importancia de la ofensiva militar contra el narcotráfico, defendiendo su papel en la protección del país frente al ingreso de drogas. Trump anunció que la operación se expandirá próximamente a territorio venezolano. Washington considera a Venezuela un centro clave del tráfico internacional y responsabiliza a Nicolás Maduro por el “Cártel de los Soles”, designado como organización terrorista extranjera.
Trump ha subrayado que no permitirá que redes criminales aprovechen el mar para introducir drogas en Estados Unidos. Ha promovido patrullas navales, operaciones conjuntas y colaboración con agencias de inteligencia, orientadas a destruir embarcaciones rápidas y diseñadas para evadir radares en el Pacífico Oriental. Según él, estas acciones han salvado miles de vidas al cortar rutas importantes del narcotráfico.
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