La UEFA se alista para celebrar una reunión decisiva la próxima semana con un tema central sobre la mesa: la continuidad de Israel y de sus clubes en las competiciones internacionales. Según reveló The Times, la mayoría de los miembros del Comité Ejecutivo estaría a favor de la suspensión, una medida que marcaría un precedente en el fútbol europeo.

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La presión no proviene únicamente del ámbito deportivo. Ocho expertos de la ONU, incluida la relatora para Palestina, Francesca Albanese, solicitaron tanto a la UEFA como a la FIFA excluir a Israel como respuesta al “genocidio en curso en el territorio palestino ocupado”. Para ellos, la medida tendría un impacto simbólico y político similar al aislamiento que ya vivió Rusia tras la invasión a Ucrania en 2022.

El precedente de Rusia y las implicaciones para FIFA

Los defensores de la suspensión señalan que la respuesta ante Moscú debería replicarse en el caso israelí. Rusia fue apartada en cuestión de días de todas las competiciones europeas tras invadir Ucrania. “Las selecciones nacionales que representan a Estados que cometen violaciones masivas de derechos humanos sí pueden y deben ser suspendidas”, recordaron los expertos de la ONU en un pronunciamiento oficial.

Aunque la decisión de la UEFA no estaría vinculada automáticamente a la FIFA, sí colocaría al máximo organismo en una posición compleja con miras al Mundial de 2026. Israel marcha tercero en su grupo clasificatorio, detrás de Noruega e Italia, lo que refuerza la relevancia de una posible sanción en el corto plazo.

El caso de los clubes y las protestas en Europa

En lo que respecta al fútbol de clubes, el Maccabi Tel Aviv es el único representante israelí en competiciones europeas esta temporada. Su reciente partido en Grecia ante el PAOK estuvo rodeado de fuertes protestas, reflejo del creciente rechazo social hacia la participación de equipos israelíes en torneos continentales.

La tensión no es nueva. En agosto, la UEFA desplegó una pancarta contra la matanza de civiles durante la Supercopa de Europa, aunque sin mencionar explícitamente a Israel. Este gesto fue calificado como insuficiente por sectores que hoy exigen una postura más firme.

Camino hacia la votación

La semana pasada se reunieron en Marbella los secretarios generales de las 55 federaciones miembro de la UEFA, encuentro presidido por Rafael Louzán. Aunque la cita no tuvo carácter sancionador, sí sirvió para coordinar posturas y preparar el terreno para la votación del Comité Ejecutivo.

Con las federaciones alineadas, el precedente de Rusia y la presión internacional, todo apunta a que la reunión de la próxima semana podría desembocar en la suspensión de Israel de las competiciones europeas, un paso que tendría repercusiones deportivas, políticas y diplomáticas de gran alcance.

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