¡No comas cuento!

“Dime de qué presumes y te diré de qué careces”, decía mi abuelita. La frase describe bien la campaña de Lenín Moreno y Jorge Glas, el binomio de Correa que dice venir por más.

Desde que empezaron a caer en encuestas en primera vuelta, Lenín y Glas lanzaron ofertas insólitas que contradicen lo que aplaudieron como vicepresidentes de su jefe Correa. A continuación, un listado:

Lenín ofrece viviendas populares, pero su jefe Correa prometió 100 mil por año desde 2006. Jamás lo cumplió. Y además desalojó brutalmente a moradores de zonas de Guayaquil como Monte Sinaí y la Trinitaria, incluso con niños dentro de las casas, a quienes a última hora entrega, desesperado, títulos de propiedad.

Lenín ofrece triplicar el bono, pero su jefe Correa lo quitó a miles de ecuatorianos tras ganar su última campaña, con el burlesco mensaje de “ya superaste la pobreza” ante asombrados perjudicados.

Lenín ofrece empleo. Da cifras variadas, hasta 250 mil empleos por cada uno de los próximos 4 años: es decir, el millón de empleos de Lasso. Pero su jefe Correa destruyó, con sus errores económicos, 350 mil empleos a nivel nacional en el último año, según el INEC.

Lenín ofrece libertad de estudio, pero su jefe Correa defiende el examen del SENESCYT y el cierre de escuelas comunitarias, en un país donde 900 mil jóvenes no estudian ni trabajan, que incide en las drogas agravado por la tabla de consumo de AP.

El engaño es evidente. No solo porque prometen lo contrario de lo hecho en diez años, sino porque, ante cada nueva oferta, salta la obvia pregunta: si ya son Gobierno, ¿por qué no lo hacen ahora?...

Ab. Héctor Yépez Martínez.