Opinión
¿A dónde mismo van los muertos?...
Cuando las personas se aproximan o se alejan de los 80 años edad comienzan a preguntarse ¿los muertos a dónde van? Antes de esta etapa señalada había la consigna “...Vive, vive la vida hoy, vívela, aunque mañana te mueras...”, es decir, algunos solo vivían en el presente, sin darse cuenta que el futuro los esperaba para llevarlos a la otra vida tarde o temprano.
Por lo general se dice que las personas van al cielo o al infierno según sus actos en la vida terrenal. Antes se hablaba de un purgatorio, fue anulado por los cristianos, otros dicen que el cielo y el infierno están aquí en la Tierra, y que ¡aquí se paga todo!
Según la Biblia explica una persona muere, deja de existir. La muerte es lo contrario de la vida, de modo que los muertos no ven ni oyen ni piensan. Ni una sola parte de nosotros sigue viviendo cuando muere el cuerpo. No poseen un alma o espíritu inmortal es lo que creen algunos.
Mi criterio personal es que tenemos un alma (ánima) o espíritu que al morir sale del cuerpo en un círculo espiral, que lo proyecta a una mejor vida que la que tenía en la Tierra.
Vale aclarar que no todos somos iguales ante la muerte, dado el caso de que una persona con dinero tiene condiciones para comprar medicinas, realizarse exámenes, o cirugías costosas que pueden prolongar su vida; mientras que el pobre no tiene esa posibilidad, y por consiguiente, es posible que la muerte lo visitara más temprano. A pesar de lo dicho, todos algún día vamos a morir...
Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo