Opinión
¿La lista Odebrecht? “Nanai”...
Distingamos las obligaciones de dos instituciones de control: el Servicio de Rentas Internas y su plataforma tecnológica con gran capacidad de respuestas, es artífice de una recaudación tributaria exitosa y ha coartado los delitos tributarios, es decir
Distingamos las obligaciones de dos instituciones de control: el Servicio de Rentas Internas y su plataforma tecnológica con gran capacidad de respuestas, es artífice de una recaudación tributaria exitosa y ha coartado los delitos tributarios, es decir, su especialidad es recabar información tributaria.
Por otro lado, la Superintendencia de Compañías, la gran ausente de la Comisión de Fiscalización y Control y que incluye a la Intendencia de Quito y su fortín inexpugnable. Me quiero referir a la lista de delincuentes relacionados con “Odebrecht, Panama Papers y Petroecuador”. Es bien simple: exigir que la Superintendencia de Compañías con iniciativa e independencia honorable investigue y reporte cuáles empresas recibieron contratos ilegales, qué dineros sucios fueron entregados a funcionarios corruptos; cuáles empresas están relacionadas en la enmarañada red ilegal y tienen inversiones en “paraísos fiscales”.
Estos “funcionarios negligentes” tienen la obligación moral de explicar al país para la “famosa lista” si “tenemos a la mano” y poner “nombres y apellidos” de funcionarios públicos y privados que por el hecho de tener perfiles bajos y hacerse los del “ojo tuerto” no son capaces de colaborar para combatir la corrupción, y no estén dedicados a investigar como siempre a los más débiles.
Estos malos funcionarios deben salir por la ventana y rápido, porque el tiempo se agota.
Ojalá los periodistas o alguien de la Asamblea convoque a estos personajes y pidan explicaciones públicas de sus gestiones, y que no nos vengan con “otro cuento” para justificar que han cancelado licencias por auditorías realizadas a “tiendas de abarrotes.
Eduardo Ávila Falconí