¿Qué pasó, San Pedrito?...

Así como sin previo aviso San Pedro, de quien se dice que domina los cielos, y nos envió aguaceros diluviales que arrasaron con lo que había al paso, incluyendo carreteras, cultivos, viviendas y por poco nos borran del mapa, ahora como para disimular nos llega la luz solar que parece derretir los sentidos, como que se estuviera anunciando que viene la temporada seca, o verano.

Pero lo medular es que iniciemos la reconstrucción del país. ¿Hay dinero para esto? Esa es la pregunta del millón, porque el gobierno saliente dejó millonarios préstamos, sin que se sepa su destino final...

Volviendo a lo concreto, necesitamos un sistema de carreteras, mínimo de 4 carriles que permitan una rápida comunicación, y la circulación de productos exportables.

Además, viviendas para quienes perdieron casi todo por la acción de las aguas y justamente esos productos agrícolas exportables son los que permiten que nos ingresen dólares.

¿Cuánto hemos prestado, a qué plazos, y el destino de ese dinero?

Falta una explicación exhaustiva de las inversiones y su practicidad. Como dicen, cuentas claras y chocolate espeso. Así podremos arrimar el hombro y adoptar posiciones serenas por el bien de todo el país que necesita de paz, fuentes de trabajo y buscar la unidad nacional que se ha esfumado.