Opinión
“¿Quién le pone el cascabel al gato?”...
Había un gato cuyos ricos dueños se esforzaban por darle todo lo que el gato requería para sentirse como un gran animal querido y consentido. Tenía hasta varios ratones en casa, a los que perseguía y atosigaba cada vez que tenía la oportunidad.
Los ratones optaron por no salir más, pues realmente le temían. Pero las escasas provisiones que habían logrado almacenar en su ratonera se agotaron, convocaron a una asamblea en la que debían estar presentes todos los ratones de la casa. Todos opinaron, pero ningún criterio era factible. Siempre había un gran obstáculo para vencer al gato.
De pronto, un ratón joven tuvo una idea brillante. Si le ponían un cascabel al gato, por el sonido podrían saber siempre por dónde andaba y la salida de la ratonera y la búsqueda de alimentos sería más segura y tranquila. Todos aplaudieron y vitorearon al joven ratón, pues la idea lucía perfecta. Sin embargo, un nuevo problema surgió: ¿Quién le pondría el cascabel al gato?...
Ante la falta de voluntarios, pues todos alegaban problemas que les impedían ser ellos los que pusieran el accesorio al felino, el plan se descabezó. Era la mejor estrategia, surgida de la mejor de las opiniones, pero los roedores descubrieron ese día cuán fácil era la mejor estrategia de la mejor de las opiniones, pero los roedores descubrieron ese día cuán fácil era opinar y qué difícil es actuar. Dicen que aún debaten para ver quién es el héroe que se atreve a colocar el cascabel al gato, antes que el hambre termine con sus vidas...
Ab. Elio Roberto Ortega Icaza