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Opinión

Todo es cuestión de que recordemos...

Como avestruz tras la presa, un grupo de incondicionales del anterior gobierno de Correa, quieren pintar los nubarrones negros que dejaron, de un color blanco luminoso. Y no solo esto, sino que reafirman que todo lo que hicieron por el país fue maravilloso, y que si hubo algún error no fue culpa de ellos, sino de la tentación que puso la firma brasileña que debió concretar en realidad una serie de obras en todo el país.

Imposible olvidar la serie de fotos relativas al reservorio petrolero en Esmeraldas, donde se ve una especie de piscina con algunos kilómetros que se supone almacenarían el crudo. También es necesario recordar que en fecha más reciente un experto en estas obras dijo que había que comenzarse a construir todo, porque día a día se constataba que la supuesta obra era solo bla bla bla...

Otro ejemplo es el oleoducto Pascuales-Cuenca para llevar petróleo y derivados a la Zona Sur... Quien inspeccionó la obra fue concreto: no se ha hecho nada bueno y habrá que comenzar de cero.

Mientras tanto, “las comisiones”, “propinas”, “reconocimientos” y otros rimbombantes nombres eran repartidos como “capillo en bautizo”...

Esto es lo que no se puede olvidar y merece sanción como un precedente. No es venganza, ni nada por el estilo, sino quitar la venda a los ciegos y que sepan lo que es robo descarado en cualquiera de sus formas, por más que se quiera adornar con alegres apelativos...