Opinión
Aumenta el contrabando de cigarrillos
No hay duda de que el cigarrillo y el licor destruyen la salud y el bolsillo de muchas personas. Algunos no son viciosos, sino enfermos, ya que si analizamos a los viciosos, como por ejemplo al naipe, al fútbol, al internet, a los videojuegos, a la lectura, etc., en estos casos no perjudican mayormente la salud, y sus prácticas las realizan públicamente; mientras que el licor y cualquier otro tipo de estupefaciente, sobre todo el cigarrillo, los convierte en esclavos de una fatal enfermedad que puede provocarles incluso hasta la muerte.
La compra de un cigarrillo es libre, y cualquiera lo puede adquirir, inclusive un menor de edad. Los consumidores frecuentes llegan a un momento en que su salud se deteriora tanto, que poco se puede hacer.
Guayaquil ha sido invadida por el tráfico de cigarrillos, los cuales se encuentran libremente en la mayoría de las tiendas y establecimientos de la ciudad.
Esta situación demuestra que las personas a las que les corresponde controlar lo que sucede en el puerto principal del país o son culpables o están comprometidas con los contrabandistas de una forma implícita.
Determinar de dónde provienen estos cigarrillos extranjeros de bajo costo no resulta muy complicado. Primero, porque se los puede encontrar en casi todos los establecimientos comerciales y segundo porque se puede ejercer presión a los dueños de las tiendas y supermercados que expenden esta clase de cigarrillos y las autoridades pueden amenazar con la clausura del local, multas e incluso la cárcel sino dicen quiénes son los principales delincuentes contrabandistas que distribuyen el producto.