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Opinión
Editorial: Los aviones presidenciales
La Contraloría acaba de fijar una glosa por más de 9 millones de dólares contra el expresidente Rafael Correa por el perjuicio al Estado ante abusos e irregularidades, durante su “década ganada”, con los 2 aviones presidenciales en torno a los vuelos irregulares ordenados no solo por él mismo, sino por ciertos altos funcionarios de su gobierno, quienes frecuentemente los utilizaban con el 71 % de frecuencia y hasta ordenaban, paralelamente, vuelos en naves de la estatal Petroecuador y de la aerolínea Tame, a tal punto de promover reiterados cambios en sus vuelos comerciales, contribuyendo así a la difícil situación de la empresa.
Recientemente, elementos cercanos a Carondelet llegaron a plantear la venta de uno de ellos en vista de las millonarias pérdidas, sobre lo cual nada hay concreto.
De los 261 vuelos presidenciales, 33 de ellos no tenían autorización previa, ni plan de vuelos, peso de carga ni pasajeros, lo cual resulta muy sospechoso, pues 24 viajes fueron hacia conocidos paraísos fiscales, lo cual se presta a justas suspicacias. ¿Qué llevaban? ¿Por qué tanto misterio y no se ha investigado aún a los pilotos de entonces?...
El país espera el castigo ante tantos atracos del correato, algunos ya concretados.