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Opinión

Cartas al director

Misiles soviéticos contra Miami

Si bien ahora Cuba y Estados Unidos reiniciaron sus relaciones diplomáticas, no está de más recordar que en la década de los años 60, cuando John F. Kennedy era presidente de los Estados Unidos y Nikita Kruschev dirigía los destinos de la Unión Soviética, mientras Fidel Castro era el amo y señor de la isla, casi hay una gravísima confrontación mundial.
Los rusos instalaban plataformas de lanzamiento de misiles en Cuba, que apuntaban a Miami, Cabo Cañaveral y a otros lugares estratégicos. Pero sonó la alarma, el mundo tembló y más aún cuando se detectó que varios buques rusos se dirigían a Cuba.
 Kennedy lanzó el ultimátum: si los navíos intentaban pasar las coordenadas señaladas en el mar, serían hundidos por los submarinos norteamericanos.
La diplomacia internacional hizo su parte, disuadiendo a los rusos de continuar con la instalación de los misiles, pues con armas atómicas de un lado y otro, no habría vencedores ni vencidos...
El mundo suspiró aliviado cuando las embarcaciones soviéticas recibieron la orden de regresar a Europa. No recuerdo qué dijo Fidel, mucho menos Raúl Castro, quien ya figuraba como un posible sucesor de su hermano.
Conviene recordar esto para entender por qué muchos cubanos que residen en Miami no miran con buenos ojos la reapertura total de las relaciones. Consideran que si bien hubo bloqueo, eso impidió que las izquierdas radicales hicieran de las suyas en otras naciones, pese a las actividades de algunos de imponer por la fuerza sus ideas y eliminar a los que no estaban de acuerdo.    
 Antonio Flor, La Garzota